La OBC incrementa su oferta de conciertos y diversifica su repertorio

Consolidar el aumento de público y diversificar el repertorio son los objetivos que se ha marcado la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) para la próxima temporada 2004-2005, presentada ayer en la sede del conjunto sinfónico catalán, el Auditori de Barcelona, que el próximo lunes cumple cinco años desde que fue inaugurado. La OBC incrementa la próxima temporada su oferta de conciertos, que pasan de 74 a 82, y consolida la línea iniciada hace dos temporadas de diversificar el repertorio programando más obras del siglo XX e introduciendo partituras del periodo barroco.

El optimismo era patente ayer entre los representantes de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, de los que dependen el Auditori y la OBC, y los responsables del conjunto sinfónico. Los primeros mostraron su satisfacción por el cambio político, que juzgan beneficioso para poder finalizar las obras de la sala de música de cámara del Auditori, pendientes de obtener del Ministerio de Cultura el 50% de la financiación, y los segundos evidenciaron su esperanza en que la progresión creciente de público no sólo se consolide, sino que aumente. Para ello, para la próxima temporada la OBC incrementa el número de conciertos y pone a la venta 17.000 entradas más que en la presente, en la que se han ofertado 160.358 localidades.

La característica principal de la programación de la próxima temporada es la diversidad del repertorio: obras que van del barroco a la música del siglo XXI, con el estreno de dos partituras de Xavier Benguerel y Albert García Demestres. "Es imposible contentar a todo el mundo y mi pretensión no pasa por que al ciento por ciento de los espectadores les guste todo. Lo que queremos es que el público confíe en nosotros porque la oferta que le ofrecemos es de calidad. Luego, cada uno es libre de opinar lo que quiera", dijo el director titular de la OBC, Ernest Martínez Izquierdo.

El repertorio musical del siglo XX ocupa una parte importante de la programación, línea que persiste desde el nombramiento, en la primavera de 2002, de Martínez Izquierdo como titular del conjunto sinfónico. Con ello, el director de orquesta barcelonés quiere que los grandes compositores del siglo XX sean considerados clásicos por el público. Junto a la música del siglo XX, tiene peso en la programación el repertorio romántico, con Beethoven a la cabeza, y el posromántico. La música del periodo clásico se concentra en el Festival Mozart, que, con tres programas dirigidos por Christian Zacharias, quien también ejercerá como pianista, abrirá el 18 de septiembre la temporada, que se prolongará hasta finales de mayo de 2005.

Tres son las orquestas invitadas en la próxima temporada de la OBC: la Sinfónica del Liceo, la Orquesta Nacional de España (mientras actúe en el Auditori, la OBC lo hará en el Auditorio Nacional de Madrid) y la Orquesta Tonkünstler de Viena. La visista de la orquesta austriaca tendrá como contrapartida dos conciertos en Austria de la OBC a finales de 2005, uno de ellos en el célebre Musikverein de Viena, que los responsables del conjunto tratan de ligar con una gira por Alemania, todavía en negociaciones.

Martínez Izquierdo dirigirá ocho programas y de los directores invitados, entre los que se hallan tres de los ex titulares del conjunto -Antoni Ros Marbà; Franz-Paul Decker, que dirigirá un programa monográfico dedicado a Wagner con diversos actos de tres de sus óperas, y Lawrence Foster-, destaca la presencia de Jesús López Cobos, que dirigirá dos conciertos; Libor Pesek; Leopold Hager, y Claudio Scimone, que dirigirá un programa de música sacra barroca.

De los solistas invitados, con una notable presencia de pianistas (nueve), entre ellos Elisabeth Leonskaya, Gianluca Cascioli, Josep Maria Colom, Albert Attenelle y Michel Camilo, destacan las sopranos Barbara Hendricks, Nadine Secunde y Felicity Lott, y el violinista Joshua Bell.