Un sistema en la picota

El Gran Premio de Malaisia (el domingo, 8.00, Tele 5) se inicia con un tema sin resolver. Dos semanas después de que Ferrari colocara a sus pilotos en los primeros puestos y Fernando Alonso (Renault) lograra su primer podio del año en la carrera inicial en Melbourne, la mayoría de las escuderías claman por un cambio en el sistema de clasificación. No les gusta que las dos sesiones -a una vuelta por coche en cada una- que determinan la parrilla de salida se disputen seguidas, con sólo dos minutos de intervalo entre ambas.

"Es una porquería", proclamó Flavio Briatore después del Gran Premio de Australia. "Es lo peor que nunca he visto", corroboró el ex campeón mundial de fórmula 1 Niki Lauda; "no sé qué mentes inteligentes pudieron idear una decisión tan estúpida. Hay que cambiarlo inmediatamente". Para todos, el problema es que la sesión de clasificación duró una hora y 50 minutos y resultó infumable para los telespectadores. "Es demasiado larga. No tiene sentido. Es estúpida para nosotros y para los espectadores", agregó Briatore.

Aunque algunos equipos se mostraron reticentes a cambiar el sistema de inmediato, la Federación Internacional determinó en Sepang que en el Gran Premio de Malaisia no habrá cambios, pero deslizó que, si las escuderías aprueban por unanimidad otra propuesta, se podría introducir a partir de la próxima carrera, el Gran Premio de Bahrein, del 2 al 4 de abril, por la que la primera tanda de entrenamientos se correría a las 13.00 horas y la segunda a las 14.00 y no inmediatamente después como hasta ahora. "Puede que el actual no sea el mejor sistema, pero hay que darle tiempo", indica Ron Dennis, jefe de McLaren; "no podemos estar cambiando en cada gran premio. Como mínimo, habría que esperar a que la F-1 llegue a Europa". En Ferrari, Jean Todt, el director deportivo, agregó: "Cuando lo aprobamos, ya sabíamos lo que hacíamos. Quizás sería mejor volver a las 12 vueltas de hace un par de años".

La cuestión motivó esta semana una reunión de los responsables de los equipos y Bernie Ecclestone, presidente de la Asociación de Constructores, en la que se debatieron soluciones inmediatas. Las opciones fueron dos: regresar al sistema del año pasado (la primera sesión de clasificación el viernes y la definitiva el sábado) o eliminar la primera vuelta, que sólo sirve para establecer el orden de salida de la segunda y limitar la clasificación para la parrilla de salida a una vuelta por coche. "El cambio no se aprobó por dos votos y ahora deberemos esperar un poco más", afirmó Paul Stoddart, jefe de Minardi. También David Richards, responsable de BAR, elevó una propuesta para que los pilotos realizaron una tanda de entrenamientos cronometrados de media hora y luego, uno a uno, realizaran la vuelta de clasificación saliendo según los tiempos obtenidos. "Eso ocuparía 75 minutos y resultaría más interesante", opinó Richards. Su propuesta no se estimó. Ross Brawn, director técnico de Ferrari, aportó otro punto de vista: "Esta normativa condicionó el diseño de los coches. Si ahora se cambia, este trabajo no habrá servido para nada".

Con el sistema actual, ningún piloto quiere tomar riesgos en la primera vuelta y se reserva para la segunda, que es la que cuenta. Así que el interés de la hora y 55 minutos queda reducido a menos de media hora. Eso se hizo patente ya en las transmisiones televisivas de Australia. En Tele 5 la audiencia de la sesión de entrenamientos clasificatorios (4.50 de la madrugada) alcanzó los 135.000 espectadores mientras que en TV3 fueron vistos (diferido, 14.00) por 162.000. La primera carrera del año fue seguida por 609.000 telespectadores en directo (4.00 de la madrugada) en Tele 5 y por 76.000 en TV-3. Cuando la prueba fue recuperada a las 11.30 en Tele 5 la presenciaron 1.770.000 personas y en TV3 la vieron (14.00 horas) 166.000. La carrera más vista en España por televisión el año pasado fue la de Montmeló, con Fernando Alonso segundo: 2.381.000 telespectadores (26% de share) en TVE. El mismo día, una media de 499.000 personas vieron la carrera en C-33 (28,7%). Audiencias excelentes, pero no comparables al fútbol. La final de Copa fue presenciada por 9,7 millones de espectadores (50,4% en la prórroga). TVE no utilizó este año su derecho de renovación y la F-1 pasó a Tele 5 por entre cinco y seis millones de euros.