Rebajada la pena "por inmadurez" a quienes mataron a un marroquí

La Audiencia de Barcelona ha rebajado la condena a dos jóvenes de Sant Andreu de la Barca (Baix Llobregat) que mataron a un ciudadano marroquí golpeándole en la cabeza con un bate de béisbol por la "inmadurez" de los procesados.La fiscal había pedido que se agravara la pena al considerar que durante el juicio había quedado claro que actuaron movidos por odio racista contra su víctima.

El magistrado presidente del jurado de la Audiencia de Barcelona ha condenado a 11 años de cárcel a Jordi P. F. y a Fernando José R. G. por un delito de homicidio, la mitad de la que solicitaban la fiscal y la acusación particular. El pasado 27 de febrero, el jurado consideró en su veredicto que los jóvenes cometieron un homicidio y no un asesinato, al no apreciar alevosía en su acción y tampoco apreciaron como probado el móvil racista del crimen, pese a que los acusados tenían una inequívoca estética skin.

El magistrado presidente tuvo en cuenta para imponer la condena circunstancias atenuantes, entre las cuales la "personalidad infantil" de ambos acusados, que actualmente tienen 21 años y que cuando ocurrieron los hechos tenían escasamente 18 años. Según la sentencia, "también es relevante, más incluso que la ausencia de antecedentes, la personalidad infantil de los procesados (...) no sólo por su edad, sino que ha quedado su extremado infantilismo" durante y después los hechos.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 11 de julio de 2000, en los jardines de Pedemonte de Sant Andreu de la Barca, donde se encontraban la víctima, un marroquí de 28 años, con un compatriota y un joven parapléjico en silla de ruedas. Los acusados propinaron una brutal paliza con un bate de béisbol y un palo al ciudadano marroquí Amar A. tras mantener con él una discusión. Los jóvenes se marcharon a casa de uno de ellos, cogieron un bate de béisbol y un palo y volvieron al lugar para "darle una lección".

La agresión fue tan violenta, que uno de los acusados partió el bate de béisbol en la cabeza del marroquí, que cayó al suelo, donde siguieron golpeándolo con los palos y los pies. A causa de la paliza, la víctima sufrió una traumática fractura en el cráneo mortal de necesidad y falleció en el hospital cuatro días más tarde.

Pese a que la fiscal no solicitaba inicialmente la agravante de racismo por estos hechos, al finalizar el juicio pidió aumentar la condena para los acusados al estar convencida de que cometieron el crimen y que lo hicieron únicamente por el odio hacia la etnia de la víctima. Según la fiscal, uno de los acusados intentó reproducir el saludo "nazi-fascista" a la salida del juzgado.