MARTHA SCARLETT PLASENCIA: Vuelta a casa sin maleta
Martha nació en República Dominicana hace 27 años. Trabajaba en una casa como interna: cuidaba a unos viejecitos y les hacía las tareas domésticas. Llegó a España hace apenas cinco años y acababa de obtener la nacionalidad. La vida empezaba a sonreírle, pero su amiga Nani explica que su corazón seguía ligado a su familia en Santo Domingo, igual que el de dos de sus cinco hermanos que están en España. "Estaba llena de vida. Era muy guapa. Siempre iba muy bien vestida, le encantaba la ropa", añade Nani.
La víspera de la tragedia, Martha pasó su día libre en casa de sus dos hermanos, Josefina y Roberto, en Villaverde. Rara vez tomaba el cercanías, pero el jueves salió con Francisco, el cuñado de su hermana, con el que viajó el pasado febrero a Jarabacoa, su ciudad natal. Allí compartió los que iban a ser sus últimos días con su familia.
"Nos despertamos a la vez y fuimos juntos hasta la estación. Tomamos el tren hasta Atocha. Durante el trayecto hablamos del viaje a Santo Domingo, en el que perdió una maleta", afirma Francisco. Martha pensaba mandar a la compañía aérea una copia de su billete y de lo que llevaba para que le devolvieran el dinero, ya que no tenía noticias de su equipaje. "Cuando llegamos a Atocha nos separamos para ir cada uno a su trabajo, en diferentes trenes", rememora Francisco. Martha no llegó a salir de Atocha. Francisco tomó el tren de los "supervivientes" en dirección a Guadalajara, que le dejó a 50 metros de la estación de El Pozo, donde acababan de estallar dos artefactos.
Josefina y Roberto reconocieron el cadáver, pero estaban deshechos y no pudieron acudir al tanatorio al día siguiente. El sábado por la noche acompañaron en el avión los restos de su hermana de vuelta a Santo Domingo. Esta vez Martha no necesitaba maleta.-
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