Gana la falla más nueva

El poderío de la recién llegada a la categoría especial de las Fallas de Valencia se llevó el primer premio. Es la más alta, la más cara, la más nueva, la más.... El que espera, desespera tiene el sello de uno de los artistas consagrados en el monumento fallero, Pedro Santaeulalia. Y tuvo fácil levantar su ingenio. El constructor Juan Armiñana -artífice del complejo de viviendas que se levanta en una zona de Campanar en expansión- dejó las cosas claras: "Que no falte de nada, porque yo lo pondré". Y la tarea de patrocinio, facilitada por sus contactos, fue un paseo. Alrededor de una falla de 24 metros de altura se reconocen las marcas más potentes de Valencia (alguna marca de coches incluso desembarcó anoche parte de su flota más estelar al servicio de la corte que preside la fallera mayor de Nou Campanar, Laura Manresa Molina). Abrigos de visón y pieles vueltas, maquillajes exquisitos, diseño en los detalles, exceso en el protocolo, emoción contenida y expectativa por las visitas ilustres definían anoche, cerca de las 22.00, el ánimo de los 110 falleros de una comisión que nació hace dos años, que entró directamente en la categoría de Primera A, que ganó y saltó a codearse con las históricas sin más preámbulos para dejar atrás ayer, por ejemplo, a una de las aspirantes a la gloria que más sonaba: Convento Jerusalén-Matemático Marzal.

Costó que Armiñana y los suyos entraran en el calor de la celebración. El cava, los aplausos y la llegada de los máximos representantes de la Junta Central Fallera -que estrena composición este año y que se retrasó a pesar de las intenciones de adelantar el fallo casi dos horas sobre la prevista- rompieron el gesto de sorpresa inicial.

Y una vez jaleado el éxito, la carpa impecable, en un barrio que también se estrena, esperaba, por ejemplo, la visita de jugadores del Valencia (entre ellos David Albelda y Rubén Baraja) e importantes de Madrid sobre los que guardaron escrupuloso secreto.

Y entre el ladrillo impoluto, 24 horas después de que una grúa cuyo alquiler costó 12.000 euros levantara la alegoría sobre las esperas cotidianas (el amor soñado, el médico necesario, la musa que inspira una música o una novela, el AVE, la Champions League, la elección de fallera), Nou Campanar recuperó ayer una inversión de 270.000 euros, y más de 32.000 en el monumento infantil, que también fue la ganadora.