Vidas rotas / 4
Cinco hombres y seis mujeres que tomaron aquellos malditos trenes
Rodolfo no podrá leerla, pero así y todo, su novia, Ana, le ha escrito una carta en la que le dice: "Dejas un hueco tan terrible...". Lo mismo ha hecho Noemí como homenaje a David: "Ya no necesitamos despedirnos cada día o cada noche. Siempre me acompañarás, vaya donde vaya". Iris también es nombre de chico, el de uno al que le volvía loco el color naranja y llevaba el 14 a la espalda al jugar al fútbol. "¡Tenía una zurda!...". Lo que más le gustaba de España a Mariana, rumana de Transilvania, era el mar. Con su marido, Ioan, había ido a Benidorm, Mazarrón y Marbella. Su compatriota Georgeta aún no tenía papeles, pero sí una obsesión: sacar adelante a su hijo, Adrián. "Éste es un año surrealista", dijo Sonia a una amiga la noche antes de morir, en alusión a una mala racha. Historias de cinco hombres y seis mujeres que tomaron el 11-M aquellos malditos trenes.
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