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COMUNIDAD VALENCIANA | PP: 17 diputados; PSOE: 14; Entesa: 1 | ELECCIONES 2004 | Resultados por comunidades

La izquierda entra en el granero del PP

Los partidos de la izquierda se abrieron paso el domingo en la Comunidad Valenciana, que durante los últimos años había sido uno de los más importantes graneros de votos del PP y, por primera vez desde 1996, le superaron en votos. Los populares perdieron algo menos de 29.000 sufragios en el conjunto de la comunidad, donde recogieron el 42,82% de los votos (casi un 6% menos que en 2000), pero los socialistas, con el 42,43% (más de ocho puntos de mejora) sumaron casi 300.000 votos más que hace cuatro años, lo que les ha permitido recuperar dos escaños, uno por Valencia y otro por Alicante. El PSPV estuvo a punto de dar el vuelco en la circunscripción de Castellón, donde el caso Fabra, sin duda, ha pasado factura a los populares. Buena muestra de ello es que en la capital castellonense, y en otras localidades importantes de la provincia, como Vila-real, por primera vez en muchos años los socialistas superaron en votos a los populares. Frente a los dos partidos mayoritarios, Esquerra Unida-L'Entesa, federación valenciana de Izquierda Unida, ha aguantado el tipo y ha mantenido el diputado que tenía por Valencia, a pesar de que el voto útil les ha supuesto la pérdida de casi 20.000 votos.

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El PSOE se supera a sí mismo

Mención aparte merece el caso de la circunscripción de Valencia, donde la integración en las listas del PP de sus antaño competidores de la derecha regionalista de Unión Valenciana apenas ha aportado nuevos apoyos a la candidatura que lideraba el hasta ahora ministro de Trabajo y portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana. Un resultado que pesará especialmente sobre las espaldas del ex presidente de la Generalitat, que a pesar de sumar los sufragios de los votantes regionalistas no ha conseguido superar los votos que hace cuatro años obtuvo el entonces candidato y ahora presidente del Consell, Francisco Camps. Y que tendrá consecuencias en la lucha abierta que ambos mantienen por el control del PP valenciano. Una batalla que, además, ahora se abre en un nuevo e inesperado frente: el ministro en funciones tratará de buscar acomodo en tierras valencianas a la amplia nómina de colaboradores que se llevó a Madrid y que ahora se quedan sin trabajo.

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