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ELECCIONES 2004 | Reacciones en Izquierda Unida

Llamazares pone su cargo a disposición de la dirección de IU

"Tenemos un destino trágico. Ayudamos a derrotar al franquismo y ahora a la derecha"

Carlos E. Cué

Gaspar Llamazares afrontó ayer con entereza y un discurso sereno, de reivindicación de la democracia, el mayor varapalo de Izquierda Unida desde el desastre de 1982. El coordinador general ha puesto su cargo a disposición del Consejo Político Federal, que se reunirá el sábado. Presumiblemente, la confianza será mantenida, ya que casi nadie culpa a Llamazares de la caída. El líder cree que la izquierda alternativa tiene un "destino trágico".

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Llamazares felicitó a todos los españoles y mostró su alegría porque el domingo comprobó que España es capaz de una espectacular "reacción cívica y moral para quitarse de encima a un gobierno oscuro". Pero tras las alabanzas y el orgullo por ser un representante de ese pueblo que acaba de dar una lección de "autoridad moral", llegó la amargura.

Izquierda Unida ha perdido 112.886 votos y un punto porcentual. Se queda en 1.269.447. Y con ellos se han ido cinco diputados. El de Córdoba, Luis Carlos Rejón; el de Sevilla, Felipe Alcaraz; el de Málaga, José Luis Centella; uno por Madrid, el que correspondía a Montserrat Muñoz, la alcaldesa de San Fernando de Henares, y el diputado de Asturias. Esta pérdida es doblemente simbólica. Primero porque antes el PCE y ahora IU habían conservado siempre el escaño asturiano, el que ocupó incluso Dolores Ibárruri, Pasionaria. Y segundo, porque es la tierra del coordinador general. En las últimas elecciones fue diputado por Asturias, y ahora dice que siente una gran "tristura".

Después de mentar a su tierra, Llamazares se puso a hablar del "destino trágico" de su organización. La situación actual se parece a la de 1982. Entonces los socialistas arrasaron, con diez millones de votos, y tuvieron la mayoría absoluta. El PCE se hundió a cuatro diputados. La historia se repite. Llamazares recuerda que el comunismo trabajó y luchó mucho, con muertos y encarcelados, para derrotar al franquismo. Cuando lo lograron, junto a otros, no obtuvieron rédito electoral. Y ahora, dice el líder, les ha pasado otra vez.

En cualquier caso "IU no está en cuestión". Luchará para que le reconozcan unos miles de votos de la coalición que formó en Baleares con Los Verdes y ERC. De esa forma alcanzaría el 5% (se ha quedado en 4,96%) para poder formar grupo parlamentario. Esa decisión la tomará la Mesa del Congreso, controlada por el PSOE, así que no se esperan problemas.

El varapalo se multiplica por la ley electoral. Llamazares recordó que el PNV, que tiene un tercio de sus votos, logra dos diputados más que ellos. ERC tiene la mitad y tres diputados más. "Es intolerable en términos democráticos". Por eso pidió a la nueva "mayoría progresista", al PSOE, que apoye las modificaciones de esta legislación que IU persigue hace años.

El líder resumió su sensación personal con una expresión que utiliza un pueblo indígena de Latinoamérica: "estoy bien pero un poquito mal". Bien porque se ha derrotado a la derecha, bien porque está orgulloso de la ciudadanía que la ha expulsado "con un vendaval moral que ha dado un ejemplo al mundo. Que le ha dicho que en democracia no vale todo: el menosprecio, la mentira, la prepotencia".

Y mal porque tendrá que hacer una reflexión que, como primera medida, pasa por poner su cargo a disposición del Consejo Político que se reunirá el sábado, aunque quiso dejar claro que eso "no es una renuncia". La dimisión está lejos de la tradición comunista, el cese es más frecuente. No es probable que lo echen. Fuera de los críticos conocidos, nadie le culpa a él, sino a la situación excepcional que ha barrido en 24 horas todas sus expectativas.

IU trabajará con sus cinco diputados. "No puede ser peor que con la mayoría absoluta del PP", ironizó. La federación apoyará al PSOE y será leal al Gobierno. Pero también lanzó un aviso a Zapatero, con el que mantiene una buena relación: no debe olvidar que debe su victoria en gran parte a votantes de IU que le han apoya por causas de fuerza mayor. "El PSOE tiene un deber con nosotros", dijo.

Llamazares sigue pensando que el bipartidismo no es posible en España. Cree que eso queda probado con el "parlamento plural" surgido de las urnas. Y piensa que su proyecto para IU, que pasa por acercarse a los movimientos juveniles de izquierda alternativa, vinculados a la antiglobalización, está más vigente que nunca. Aunque negó que los resultados hayan sido tan malos en Andalucía porque esta federación se haya alejado de esas nuevas corrientes.

El líder de IU, Gaspar Llamazares, hace ayer balance de los resultados electorales.
El líder de IU, Gaspar Llamazares, hace ayer balance de los resultados electorales.EFE

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