Patxi López : "No se puede construir nada sin los socialistas"

Los socialistas vascos superaron ayer hasta sus mejores expectativas. Desbancaron al PP como segunda fuerza en Euskadi, se convirtieron en la primera fuerza de Álava, en la segunda fuerza en Vizcaya, a gran distancia de los populares vascos, y disputaban, aunque a distancia, el primer puesto al PNV en Guipúzcoa. El PSE fue el partido que más creció en sufragios en Euskadi, superando las 336.000 papeletas.

López dice que se abre la etapa de los puentes que "enterrarán las trincheras"

El PSE veía hundirse a su socio en las autonómicas de 2001, el PP, que mantuvo durante toda la campaña una ofensiva sin cuartel contra el nuevo socialismo que encarna el nuevo líder el PSE-EE. Los socialistas vascos pasaron de cuatro diputados a siete y de uno a cinco senadores. "Hemos demostrado que no se puede hacer ni construir nada sin contar con los socialistas en Euskadi", aseguró ayer Patxi López ante sus seguidores, en clara alusión al plan Ibarretxe y al PNV, al tiempo que daba el banderazo para la "etapa del diálogo", frente a la confrontación, y la "etapa de los puentes" que "enterrarán las trincheras"

El líder del PSE estrenaba ayer cuartel general y una de sus mejores sonrisas al comparecer ante los medios de comunicación pasadas las 23,20. López proclamó que con la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero se "abría la puerta a la esperanza en Euskadi". En referencia a quién puede realmente liderar el cambio en Euskadi, tras el descalabro popular, dijo que "hoy es el día en que empieza el cambio en Euskadi, os lo garantizo".

Dicen los socialistas vascos que han vivido muchas noches electorales que cuando al PSOE le va bien en España, al PSE-EE "le va muy bien". La historia volvió a repetirse ayer. Zapatero había ganado las elecciones con holgura, pero los socialistas vascos habían cumplido con creces todos sus objetivos. Eduardo Madina, el número tres por Vizcaya y el joven dirigente de los socialistas vascos que fue objeto de un atentado terrorista en febrero de 2002, era desde ayer diputado junto con Arantxa Mendizábal y Txiki Benegas. Algo que no estaba nada claro antes del 14-M. El tándem Ramón Jáuregui y Javier Rojo funcionó a la perfección en Álava, donde los socialistas se convirtieron en la primera fuerza, superando los 55.000 votos. Y el líder de los socialistas guipuzcoanos, Manuel Huertas, estaba anoche "codeándose" con el PNV, partido más votado en esa provincia a cuatro puntos porcentuales y unos 18.000 votos (con el 96,4% escrutado)

La prudencia inicial se tornó en alegría casi desbordada al conocer ayer los primeros resultados del escrutinio. Los socialistas vascos estaban ayer contentos por motivo doble. Los cuatro diputados que consiguieron en las elecciones generales de 2000, se habían convertido en siete casi desde el inicio de la noche. Pero todos los ojos de los candidatos y dirigentes del socialismo vasco estaban puestos en la sede de Ferraz y en el candidato del PSOE. Sólo valía la victoria. El resultado logrado por Zapatero, con los primeros escrutinios antes de las 22 horas (30%), sobrepasó las mejores expectativas que manejaban los expertos en encuestas del partido, ya que daba una victoria clara al PSOE con 165 escaños sobre los 138 del PP. Los socialistas partían ayer con dos objetivos claros en el País Vasco, desbancar al PP de la segunda posición -algo que el PSE ya había logrado en los comicios municipales del pasado año, hay obtener 251.120 papeletas frente a los 212.486 del PP- y aumentar en número de escaños. Los socialistas eran la fuerza más votada en Alava, lograban pasar al PP en Vizcaya, que perdió más de 53.000 votos en esa provincia, y convertirse así en la segunda fuerza, tras el PNV, y se disputaba el primer puesto en Guipúzcoa.

Con los resultados de ayer, el socialismo liderado por Patxi López había conseguido liderar el bloque constitucionalista, desplazando al PP a la segunda posición. Ya lo había logrado en las pasadas elecciones municipales, celebrada en 2002, pero en la noche de ayer, el descalabro del PP puede dar al traste definitivamente con la estrategia que ha liderado Jaime Mayor Oreja de asalto a Ajuria Enea desde las autonómicas de 2001.

El mejor resultado de los socialistas vascos en unas generales hay que buscarlo en los comicios que llevaron a Felipe González a La Moncloa, en 1982. Entonces la participación subió hasta el 79,37% en el País Vasco y los socialistas vascos lograron 348.620 sufragios. Ayer se quedaron a unos 12.000.