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Reportaje:PERSONAJE

El más 'sexy' del fútbol inglés

Ljungberg, centrocampista del Arsenal, aguanta impertérrito las chanzas de sus compañeros por anunciar calzoncillos

Diego Torres

Huérfanas de la hermosura de David Beckham, las hinchas británicas eligieron al sueco Fredrik Ljungberg como el futbolista más sexy del reino. Ljungberg tiene previsto visitar precisamente hoy Madrid. No lo hace para cantar las glorias de su equipo, el Arsenal, que campea por la Premier League y por Europa como un rodillo. Llega para promocionar el producto que ha identificado con su imagen casi con tanta fuerza como el escudo del cañón. Se trata de los nuevos calzoncillos de Calvin Klein. Ljungberg los realza sudoroso en los chirimbolos de media España y en las fachadas de las grandes superficies. "Nunca jugué sin calzoncillos", asegura; "y para competir los mejores son los que yo patrocino. Por supuesto".

Como tantos exhibicionistas natos, Ljungberg es tímido y, al decir de una periodista de Vogue, "enigmático en su simplicidad". Cuando le preguntan cómo se siente al ocupar el lugar dejado por Beckham en el mundillo de las celebridades londinenses, parece sentirse ofendido y responde en plural. Sin asomo de ironía, se entiende que se refiere al Arsenal: "Hasta ahora, la temporada ha sido grandiosa porque ocupamos el primer lugar de la clasificación".

"Ser el jugador más sexy de Inglaterra, como dicen, no supone una presión añadida para mí", explica Ljungberg, nacido en 1977 en Vittsjo, un pueblecito en el sur de Suecia. "Para mí, no hay más consecuencias", agrega; "yo soy, en primer lugar y sobre todo, un jugador de fútbol".

Ljungberg no es un futbolista extraordinario, pero es un excelente jugador de acompañamiento, capaz de asociarse con precisión en un colectivo que la mano estratégica de Arsène Wenger ha diseñado a un nivel tal que se encamina seguro hacia su segundo título liguero y es el gran retador de clásicos como el Madrid y el Milan en la Champions.

"Esta temporada", comenta Ljungberg, "hemos mejorado en el plano táctico y resolvemos los partidos con más seguridad. Básicamente, nos apoyamos mejor cuando tenemos la pelota. Los delanteros, Henry, Bergkamp o Reyes, se coordinan muy bien con los centrocampistas ofensivos, como Pires o yo, para caer a la banda y abrir espacios. Llegamos mejor al gol y mantenemos la misma intensidad hasta el último minuto. El curso pasado perdimos muchos partidos después de adelantarnos en el marcador. Ahora no desperdiciamos puntos ganados. Esa diferencia la hace la experiencia".

Ljungberg, que ha marcado seis goles entre la Liga y la Copa, corresponde a un tipo de futbolista que abunda en el Arsenal más que en ningún otro equipo británico. Es rápido con el balón en el pie, más tendente a moverlo a ras de hierba que a colgarlo, y tiene un espíritu creativo que le permite jugar con comodidad en los tres cuartos de campo, por detrás de los puntas o en las bandas. Así era Henry antes de formarse como delantero centro; así es Reyes y así son Pires y Wiltord. Entre todos forman un equipo solidario que toca y se desmarca rápido y remata con la eficacia espectacular de Henry.

Wenger fichó a Ljungberg en 1998, procedente del Halmstad, después de que le hiciera dos goles a Inglaterra en un partido de clasificación para la Eurocopa 2000. Se trataba de un volante rápido, hábil y muy dinámico. Era capaz de cubrir mucho terreno y jugaba en la media punta. Como no tenía mejor pase que Bergkamp, Wenger lo puso en la banda. Allí le enseñó a tener paciencia si no le llegaban balones, a centrar y a tirar diagonales hasta que le ganó el sitio a Parlour.

"A los 12 años tuve suerte", recuerda Ljungberg, "porque mi entrenador no me machacó con la preparación física y dio prioridad a la técnica, al manejo del balón. Así aprendí a jugar. Y ése es el tipo de juego que practicamos en el Arsenal. A Wenger le gusta que el balón se mueva por el suelo".

"En el Arsenal, Wenger cambió muchas cosas", subraya; "desde el estilo de juego hasta la dieta: prohibió la grasa y propuso el pollo hervido, las verduras y la pasta. Y prohibió el alcohol. Nada de cerveza y nada de vino".

Sin balón de por medio, Ljungberg es el heredero del actor Mark Wahlberg en el interior de los calzoncillos Calvin Klein. La marca sentencia: "Freddie, de aspecto atlético y sexy, otorga a la campaña una energía natural y masculina".

En el vestuario del Arsenal no faltan las chanzas. Él se mantiene impertérrito. O ríe: "No me siento avergonzado de hacer publicidad de calzoncillos".

Ljungberg trata de desembarazarse de dos contrarios.
Ljungberg trata de desembarazarse de dos contrarios.REUTERS

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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