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Reportaje:MATANZA EN MADRID | Inmigrantes

Tragedia mestiza

Los fallecidos, un tercio de ellos inmigrantes, pertenecen a 11 nacionalidades

Luz Sánchez-Mellado

Ésta ha sido una matanza internacional aunque los trenes fueran de cercanías. Las víctimas eran de 11 nacionalidades. Uno de cada tres afectados por el atentado no era español. Con papeles o sin ellos, eran extranjeros que vivían y trabajaban en España. El presidente Aznar anunció ayer que el Gobierno otorgará la nacionalidad española por carta de naturaleza a los inmigrantes víctimas del atentado y a sus familias. Al menos a 19 de ellos, será a título póstumo, ya que se dejaron la vida en las vías.

El 28% de los heridos atendidos en el hospital Gregorio Marañón son extranjeros. La mitad de los que aún permanecen en el Gómez Ulla no son españoles. Los porcentajes varían, pero un 30% es una media aceptada por los colectivos nacionales implicados. Los datos provisionales hablan de unas 19 personas extranjeras fallecidas e identificadas. Pero el número de desaparecidos puede elevar esa cifra al doble o al triple según avancen las tareas de identificación.

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Sólo la Embajada de Ecuador en España ha proporcionado los nombres de sus ciudadanos fallecidos. Son cuatro varones: Osvaldo Manuel Cisneros Villacid, José Luis Tenesaca Betancourt, Segundo Víctor Moposita y Nil Fernando Torres Mendoza. El embajador rumano, Ilian Oancea, confirma la muerte de dos compatriotas, dos mujeres de 34 y 27 años, y señala que aún quedan cinco rumanos desaparecidos. Fouad Yazourh, ministro consejero de la Embajada de Marruecos, certificó la muerte de un marroquí y la desaparición de otros siete.

El goteo de víctimas continúa por las diferentes embajadas. Pero las estadísticas de la muerte no hacen más que reflejar las de la vida. El Corredor del Henaresestá lleno de inmigrantes. Esos 2,7 millones de extranjeros empadronados de los que habla el Instituto Nacional de Estadística (el 6,26% de la población de España) no son números. Nacen, viven, trabajan, enferman y mueren en España. Y cogen el tren para ir a trabajar. De albañiles, de limpiadoras, de niñeras, de acompañantes de ancianos. Trabajos cuya precariedad es inversamente proporcional a su situación legal. Más precarios cuanto menos regular es su estancia.

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El abono transporte es, en muchas ocasiones, el único documento que portaban las víctimas extranjeras. Un papel que se compra en los estancos y que se lleva buena parte del presupuesto de muchos. Aún ayer, muchos inmigrantes acudían a las taquillas de Renfe para pedir el reintegro del billete que no pudieron usar el jueves por el corte de servicio ferroviario.

Muchas familias se preguntaban cómo iban a asumir los gastos de repatriación de sus fallecidos o su enterramiento en España.Yazourh aseguró que Marruecos pagará la repatriación, hoy, de su ciudadano, que ayer estaba siendo velado en la mezquita madrileña de la M-30. En el mismo sentido se pronunció el embajador rumano, cuyo Gobierno envió a su ministro de Trabajo en un avión especial para hacerse cargo de las víctimas.

El embajador de Ecuador, Francisco Carrión Mena, no concretó ningún plan específico y dijo que su embajada "estudiaría caso por caso" las distintas posibilidades. En este sentido, el portavoz de la Coordinadora de Inmigrantes, Abuy Nfubea, declaró que las familias ecuatorianas "están muy enfadadas porque su consulado quiere hacerles pagar los gastos de repatriación". Quizá no haga falta. La comunidad y el Ayuntamiento de Madrid han anunciado que sufragarán los gastos de los funerales y repatriaciones de todas las víctimas extranjeras. Por si acaso, Iberia ofreció sus aviones.

Mientras tanto, la vida sigue en las ciudades del Corredor. Guadalajara, Azuqueca de Henares, Alcalá, Torrejón de Ardoz, Coslada, San Fernando, Vicálvaro... las estaciones de la fatídica ruta del cercanías C-2. Ciudades donde hace 20 años era insólito encontrarse a alguien moreno que no llegara de Gandía. A no ser que fuera un marine de la base aérea de Torrejón. Pero eso es historia. Los cotizados soldados norteamericanos, que se dejaban los dólares en las discotecas de la zona, le dieron el relevo hace una década a un arco iris de etnias y nacionalidades distintas que no conducen Chevrolet ni Chrysler. Los nuevos morenos, eslavos o caucásicos no tienen coche. Cogen el tren para ganarse un puñado de euros en España.

Los padres de Neil Astocóndor, una de las víctimas, miran en su televisión en Lima (Perú) imágenes del atentado en las que aparece su hijo en una camilla, cubierto con una sábana, aún vivo.
Los padres de Neil Astocóndor, una de las víctimas, miran en su televisión en Lima (Perú) imágenes del atentado en las que aparece su hijo en una camilla, cubierto con una sábana, aún vivo.EFE

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Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

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