Juanele sale del pozo

"He vuelto a la normalidad". Así resume Juan Castaño, Juanele (10 de abril de 1971, Gijón), su salida del pozo en el que ha vivido sumergido esta temporada hasta el relevo de Paco Flores por parte de Víctor Muñoz en el banquillo del Zaragoza. Un calvario tal que incluso le hizo pensar en la retirada: "Era horrible entrenarme sabiendo que no pintaba nada". Hasta debió hacerlo al margen del resto de la plantilla, con la que, prácticamente, sólo compartía el vestuario.

Flores, en efecto, no contaba en absoluto con Juanele. Hasta se enfadó con la directiva del club por haberle inscrito en la Liga. "Me habían avisado de que me iba a quedar fuera del equipo, sin dorsal siquiera. Por eso me sorprendió verme finalmente en la relación", recuerda el jugador con tristeza. Pero su semblante cambia al abordar el presente: "Víctor nos ha devuelto la alegría. Ha conseguido que todos nos sintamos partícipes del conjunto y con posibilidades de jugar. Nadie tiene el puesto garantizado. Cada cual sabe que, si no lo hace bien, hay otro al quite. Eso no ocurría en la etapa de Flores".

Hace dos semanas, contra el Villarreal, Juanele volvió a ser convocado: "No me lo esperaba. Me hizo mucha ilusión. Cuando llegué al hotel, me sentí raro. Hacía tanto tiempo...". Es más, jugó: "Sobre el césped, me olvidé de todo. Sólo tenía ganas de hacerlo bien".

Ahora se encuentra muy motivado. Es consciente de que el Zaragoza no lo tiene fácil en la Liga, pero está seguro de que eludirá el descenso. Por añadidura, la final de la Copa ya es un hecho: "Me veo jugándola". Será, el próximo miércoles, el segundo envite del doble duelo consecutivo contra el Real Madrid, al que su cuadro se enfrenta hoy en el estadio Bernabéu, una cita en la que se ha vuelto a contar con él.

Juanele, que disputó con España la Copa del Mundo de Estados Unidos 94, considera injusto el trato de Flores, pero dice no ser rencoroso: "Simplemente, es algo que quiero olvidar. Después de tanto tiempo en el Zaragoza, tan sólo quiero marcharme con dignidad". No le gusta hablar del futuro, pero no descarta volver al Sporting, a su tierra, al cuadro que lo lanzó a la fama, para aplicar sus conocimiento al cuidado de la cantera.