Milà asegura que los contratos de obras no condicionarán la decisión sobre Bracons

El Consell Executiu de la Generalitat mantiene abierta la incógnita sobre el futuro del eje Vic-Olot, cuyas obras están paralizadas parcialmente desde el pasado 14 de enero. El consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Salvador Milà, que ayer se reunió con alcaldes y representantes de los consejos comarcales de Osona y la Garrotxa, reiteró que pese a las opiniones diversas de las tres formaciones que integran el tripartito, aún no hay ninguna "decisión política al respecto" y no descartó ninguna opción de las varias posibles.

"El eje se hará o no se hará", dijo Milà, quien añadió: "Si finalmente el proyecto sigue adelante, será una alternativa distinta y con menos impacto ambiental que la planteada por el anterior Gobierno catalán, ya sea una reforma u otra opción".

Mientras los socios del Ejecutivo intentan casar sus diferencias de opinión sobre el proyecto, los plazos de los contratos de obras se alejan de lo programado y las empresas constructoras pueden plantearse exigir una indemnización. Esta posibilidad no preocupa al Ejecutivo catalán ni va a condicionar la decisión que se tome, aseguró el titular de Medio Ambiente. Milà descartó que se llegué a este extremo alegando: "El Gobierno catalán hace cada año obras por valor de miles de millones de euros y las empresas están muy acostumbradas a estas modificaciones".

El consejero resaltó que "no hay nadie [en referencia a las empresas constructoras] tan imprudente como para acogerse a estas cláusulas porque a las dos partes les interesa llegar a un acuerdo".

El Gobierno ha paralizado las obras de perforación del túnel de Bracons, la infraestructura más polémica del eje Vic-Olot, así como el inicio del tramo que discurrirá por la comarca de la Garrotxa. Ambas obras han quedado frenadas a la espera de los informes de Medio Ambiente y del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas, cuyo titular es Joaquim Nadal. Todo apunta a que los informes de Medio Ambiente sugieren un cambio radical, mientras que los de Nadal son más contemporizadores. En Osona, están paralizadas las obras en el municipio de Sant Andreu de la Vola, donde se estudia un trazado menos agresivo para el medio ambiente, pero continúan en el tramo menos polémico de Sant Pere de Torelló.

Milà negó que la continuación de las obras en este punto fuese un contrasentido ya que, dijo, suponen una mejora en las comunicaciones entre los municipios de Manlleu, Torelló, Sant Pere y Sant Vicenç de Torelló. A juicio del consejero, lo más importante es tomar una decisión "sin precipitarse" y que sea la mejor solución posible. El tripartito aplazó hace dos semanas su decisión hasta pasadas las elecciones generales del 14 de marzo.