Un proyecto de inicio de carrera
Antonio Gomera elaboró un manual de salud laboral a partir de un trabajo universitario
Como si dispuesto a afrontar la partida de póquer más dura de su vida, Antonio Gomera, de 24 años, se ha tomado su futuro profesional como si fuera una colección de comodines con los que afrontar posibles chascos. De momento tiene más alegrías que decepciones. Su proyecto fin de carrera, que fue premiado, se ha convertido en el Manual de Prevención de Riesgos y Salud Laboral de los laboratorios de la UCO, que no tenía un plan semejante. Pero nunca se sabe lo que hay tras la puerta del futuro y Antonio Gomera las piensa abrir con sus cartas.
Nació en Huelva, se crió en Río Tinto y ahora vive en Córdoba, donde aterrizó antes de acabar el bachillerato y donde de momento juega su primera carta.Su vida estudiantil ha estado marcada por lo experimental. Fue de los primeros en Andalucía que cursó la experiencia piloto de la Logse. A medio camino su familia se trasladó a Córdoba, donde sólo había dos centros para continuar lo que inició en Huelva. "Fue difícil la instalación", recuerda. Le sedujo una charla sobre la carrera de Ciencias Ambientales y allí acabó. Otra experiencia piloto, con la titulación recién estrenada en Córdoba. Entró en el primer puesto.
Especialista en nada
Le llamó la atención el aspecto multidisciplinar. Hacer declaraciones de impacto ambiental, prevención de riesgos laborales, planificación empresarial. Un arma de doble filo porque, como dice, con esta carrera uno sabe de todo, pero no es especialista en nada. Se dio cuenta y se puso a ello.
En cuarto de carrera ya estaba trabajando en la Universidad de Córdoba (UCO) con una beca y al año siguiente pasó al Servicio de Protección Ambiental, también de estreno en la UCO y donde trabaja ahora. Al mismo tiempo ha realizado dos másters con diferentes vertientes: prevención de riesgos laborales y planificación empresarial ambiental. Sabe que el mundo universitario puede ser complicado y no le hace ascos al terreno empresarial, que ahora está abocado a dejar el voluntarismo medioambiental por la obligatoriedad legislativa.
Antonio Gomera cree que ha tenido suerte, además de un buen expediente. Se ha encontrado un territorio virgen en la UCO que le ha dado impulso. Pero sabe que muchos compañeros deambulan sin futuro, con sueldos bajos y empleos precarios. Es representante en la Federación Andaluza de Ciencias Ambientales, el preludio de la colegiación. Más territorio virgen y cartas en la manga, esta vez para la dignificación de su profesión.
Pero por si fueran pocos ases los que Antonio Gomera ya tiene en la manga, se ha sacado el Curso de Adaptación Pedagógica porque la enseñanza también le resulta atractiva. Le gusta dar charlas y cambiar la actitud de la gente respecto al medio ambiente.
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