¿Quién es la oposición, Zapatero o Rajoy?
"Solamente puedo decir que a los muertos, al menos, se les deje descansar en paz. Las elecciones pueden justificar muchas cosas, pero hay una cosa que me parece injustificable, y es que a los muertos no se les deje en paz. Algunos debían pensar que las elecciones no justifican que se remuevan a los muertos. Mal debemos ir, mal deben ir algunos cuando tienen que caer en estas cosas", dijo ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, en imágenes retransmitidas por las cadenas privadas de televisión, pero eludidas en los telediarios de TVE-1, tanto a las tres como a las nueve de la noche. Quizá sus responsables equivocaron al verdadero destinatario de la amarga queja de Aznar. ¿Tal vez pensaron que se trataba de una crítica al presidente Bush por usar a los muertos del 11 de septiembre de 2001 y a los bomberos de Nueva York en el primer anuncio comercial de su campaña electoral? Error. Aznar hablaba de las reclamaciones de los familiares de los muertos en el accidente del Yak-42, en Turquía. "Dejen en paz a los muertos y luego el ministerio de Defensa", agregó el presidente del Gobierno, "dará todas las explicaciones". ¿Luego? Quizá querría decir después de las elecciones.
La pregunta es: ¿quién está removiendo este asunto? Los familiares de las víctimas españolas. Son también los familiares quienes siguen en Nueva York levantando su voz contra Bush. "Hay que encontrar otra manera de dirigir la campaña sin pasar por encima de los cuerpos de los muertos", dijo una de las viudas de los 3.000 asesinados el 11 de septiembre de 2001.
Mientras Bush pretende convertir el dolor de las víctimas en la bandera de su campaña presidencial, entre nosotros, el ministerio de Defensa utiliza la campaña electoral como escudo para desviar las críticas y las exigencias de los familiares, dirigidas a confirmar la identidad de los fallecidos.
Ayer, Mariano Rajoy soltó al toro de Josep Lluis Carod Rovira en el ruedo salmantino. Leyó algunas frases de su discurso, en el cual el líder de ERC ha vaticinado que ha comenzado la cuenta atrás de la independencia de Cataluña. Rajoy citó a Carod Rovira quien, dijo, conminó a José Luis Rodríguez Zapatero a controlar a sus "barones peperos", en referencia a José Bono y a Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
El líder socialista, por su parte, explicó que su contricante estaba muy preocupado por quiénes van a ser sus aliados el 14 de marzo próximo. "Serán mis aliados los estudiantes que se han quedado sin una beca por la política de este gobierno; serán mis aliados las personas que no pueden acceder a una vivienda; mis aliados serán tantos trabajadores y personas sometidas a una insostenible precariedad; mis aliados serán...".
Ayer, Tele-5, al actualizar sus sondeos, dio una ventaja de 5,4 puntos al partido Popular, 0,4 más que sus últimos resultados difundidos el pasado lunes 1 de marzo, pero también ofrecía una subida para el PSOE, al situarle en 37,6. Al analizar las circunstancias del voto por provincias, los analistas de la cadena concluían dando una horquilla de 170 a 174 escaños al PP y 138 para el PSOE. Rajoy crucificará a Rodríguez Zapatero hasta el día del juicio final, haciendolo en privado el día de la jornada de reflexión. Y eso, ¿ no ayudará a superar el frío a los electores tradicionales del PSOE movilizándoles el 14-M?.
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