Un juicio a la violencia culminará el Foro Mundial de las Mujeres

Un juicio a la violencia pondrá fin al Foro Mundial de las Mujeres, que se celebrará entre el 29 y el 31 de julio en el marco del Fòrum 2004. El diálogo pretende analizar los ejes del problema desde la perspectiva y el sentir de las mujeres y ha levantado una gran expectación. Así lo demuestran los 400 preinscritos a los debates, una cifra que sitúa el encuentro en segundo puesto en número de participantes, tras el Festival Mundial de la Juventud.

Durante la presentación del diálogo, sus responsables se mostraron ayer especialmente interesados en justificar el sentido que tiene debatir desde la perspectiva de las mujeres, habida cuenta de que las cuestiones que las preocupan y afectan también se tratarán de forma transversal en el resto de debates, y destacaron que no será sólo un debate de "mujeres para mujeres", sino una invitación a reflexionar para toda la sociedad.

La directora de los diálogos, Mireia Belil, argumentó con datos esta "mirada femenina imprescindible": mientras que las mujeres, explicó, constituyen el 51% de la población de la tierra y realizan dos tercios del trabajo, obtienen sólo el 10% de los ingresos totales, son propietarias únicamente del 1% de los bienes y representan más de la mitad de las personas analfabetas. "Mao decía que las mujeres aguantamos más de la mitad del mundo, pero está claro que aguantamos más", zanjó.

El Foro Mundial de las Mujeres, que llevará por título Vivir y convivir, se estructurará en tres grandes apartados: la situación actual de las mujeres en las distintas realidades existentes, sus aportaciones al conocimiento y la violencia de que son víctimas. Esta última cuestión cerrará los debates, explicó Irene Yamba, del Consejo de las Mujeres de Barcelona. "Queremos celebrar un juicio a la violencia y a las desigualdades como raíz del problema", dijo, y apuntó que se tendrá en cuenta tanto la perspectiva de mujeres que son líderes en algún campo de actuación como la de mujeres que forman parte de organizaciones de base.

La coordinadora del diálogo, Marta Mas, explicó que el juicio buscará "cuestionar y visibilizar la violencia" a través de un tribunal simbólico formado por jueces, abogados defensores y acusadores, fiscales y "multitud de testigos que denunciarán aspectos como la falta de acceso al sistema sanitario, que comporta una alta mortalidad de las mujeres embarazadas en el Tercer Mundo, las políticas que generan situaciones de desigualdad y la violencia doméstica".

La acción de este peculiar tribunal será recogida por la escritora Gemma Lienas en un libro que llevará por título Juicio al patriarcado. En su opinión, el patriarcado es el "principal culpable de la mirada sesgada que diluye las voces de las mujeres. Tenemos una forma distinta de mirar el mundo que no es la oficial". "En la prensa las únicas mujeres que aparecen son princesas, actrices, modelos o víctimas de la violencia", esgrimió a modo de ejemplo.

Los responsables de Vivir y convivir, que forma parte de los diálogos del capítulo Las voces no escuchadas, aseguraron ayer que ha despertado mucho interés en todo el mundo. "Las conferencias previas han sido muy participativas, sobre todo a través de foros virtuales universitarios", explicó el portavoz del Fòrum, Oleguer Sarsanedas. Se trata del diálogo que cuenta con mayor número de actos asociados y, ayer, era el segundo en número de preinscripciones: 400 personas, la mitad de las cuales son extranjeras.

Entre los ponentes del Foro Mundial de las Mujeres figuran no sólo mujeres de los cinco continentes, sino también hombres. La presidenta de honor será la actriz y parlamentaria india Shabana Azmi, y otras asistentes confirmadas son la ministra surafricana Rejoice Mabadafhasi, la catedrática de ética Victoria Camps y la coordinadora de la red brasileña de mujeres, Thais Corral.