Una ley integral para los acentos
La ortografía necesita una campaña. O dos. Las tildes deberían fundar un partido y exigir representatividad. Una movilización amplia y contundente de las letras podría ayudar a que los políticos aprobasen leyes integrales de acentuación o, cuando menos, considerasen la necesidad de tildes como una medida horizontal, esto es, que afectase a cada documento, a cada parrafada escrita, a cada promesa electoral. Ahora que las palabras han perdido a su dardo, deberían movilizarse para reclamar el derecho al voto.
- El 'trafico' socialista. El programa del PSOE pone el acento en muchas medidas, pero en pocas palabras. En 60 líneas del apartado de la mujer pueden contabilizarse tres acentos ausentes en un verbo y dos sustantivos. Los andalucistas, en el mismo apartado, se aferran a la arroba para declararse igualitarios, aunque sólo cuando se refieren a "nuestr@s hij@as".
LA FRASE: "No confiar en falsas promesas, si seguimos igual diremos que somos tontos"
- El cepillo ministerial. Durante su visita al barrio del Zaidín, la candidata por Granada al Congreso, la ministra de Educación, Cultura y Deporte, citó cinco proyectos apoyados desde su departamento en la provincia andaluza. Los cinco correspondían a actuaciones en patrimonio eclesiástico.
- El financiero andalucista. Antonio Ortega lleva más de 2.500 kilómetros recorridos. Ayer, en el séptimo día de campaña, desveló su filosofía electoral: "Prestadnos el voto que os lo devolveremos con intereses". Antes de destapar su espíritu financiero, se había puesto melodramático. "Ni nosotros tenemos otro pueblo, ni este pueblo tiene otros que le defiendan".
- Cae la productividad. Como fue el día del debate bajó la productividad política. Desfilaron por las teles pero sin el estrés de los mítines. Siguen sin dar muestras de agotamiento, igual que los sondeos, a decir de Teófila Martínez: "El cansancio no avisa en las encuestas".
