Luis García no para nunca

De manera funcionarial, el Barça despachó un partido de engorro, falto de tensión competitiva, sin chispa ni sobresaltos, presa del aburrimiento. El tedio fue tan tremendo, en la cancha y en la grada, que hasta Ronaldinho no dio pie con bola, extrañado con el balón, uno que se estrenó ayer con vistas a la Liga y que el pasado lunes el delantero brasileño estampó contra un cristal de la Catedral de Santiago.

Muy precavido y en estado permanente de alerta, el Barcelona jugó muy parado, sin ningún atrevimiento, aún cuando Rijkaard dispuso al mismo equipo con el que ha remontado el vuelo. Ni con la ventaja de la ida (0-1) se dejaron ir los azulgrana. Al Brondby, mientras, le vino grande el gol en contra, el Camp Nou y también el adversario.Atendiendo al poco rodaje del plantel, el equipo de Laudrup hizo lo que pudo. Físicamente fuerte, le faltan jugadores de ataque y además no estuvo demasiado fino defendiendo, asustado como pareció en cada jugada.

El partido únicamente pareció abrir el apetito a Luis García, que se ha colado en la alineación entre otras cosas por su voluntarismo frente al desinterés de Overmars -apareció en el segundo tiempo- y el absentismo de Quaresma. El delantero catalán no descansa ni en jornadas como la de ayer, propicia para escurrir el bulto. Luis García se perfiló en la única jugada interesante del grupo barcelonista durante el primer acto y remató a gol con la zurda la asistencia de Saviola. La firma de la victoria la puso Cocu a la salida de un saque de esquina botado por Van Bronckhorst.

Pese a que el resultado de la eliminatoria invitaba a economicar esfuerzos, Rijkaard mantuvo al equipo titular hasta entrada la segunda parte. Ocurrió entonces que Ronaldinho sufrió un fuerte golpe y el entrenador le cambió por Iniesta, que va cogiendo la forma después de largo tiempo lesionado. Retirado Ronaldinho, Rijkaard recuperó por momentos el dibujo con extremos (Luis García y después Gabri en un flanco y Overmars en el otro ) y el Barcelona contabilizó pocas ocasiones y ningún gol. El único tanto del segundo tiempo cayó en la portería de Valdés a la salida de un córner.