Un mapa de la moda española

Un mapa real de la moda española. Ésa es la intención con la que se ha organizado la exposición Tras el espejo. Moda Española, una muestra itinerante que se mostró por primera vez al público en el Museo Reina Sofía de Madrid en junio del año pasado y que desde ayer alberga el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia. Pedro Mansilla, miembro del comité de expertos de la muestra, argumenta que con ella no se pretende contar la importancia de la moda sino lo "que hoy es de verdad". Por eso, amplía, al lado de piezas de Zara se muestran las de diseñadores que hace un año han empezado a andar en este sector o incluso que sólo han realizado un desfile. "Se puede estar por ser muy grande o por ser muy pequeño pero brillante", resume.

Tras el espejo, estructurada en nueve áreas que combinan diapositivas y la presencia de piezas, permanecerá en Valencia hasta el próximo 25 de abril. Confección, calzado, complementos, joyería y bisutería mostrados a través de cerca de 400 piezas de más de 180 autores, 30 de ellos valencianos. Cimarrón y Lois, Dolores Cortes, Alejandro Sáez de la Torre o Francis Montesinos en indumentaria, Cuquito, Panama Jack, Kelme, Sara Navarro, Rebeca Sanver o Snipe en calzado y bolsos o Tutto Piccolo en niños son parte de la presencia valenciana en la exposición. Una presencia que se ha reforzado y así, por ejemplo, entre las novedades la muestra incluye algún trabajo del joyero Vicente Gracia o del modisto Juan Andrés Mompó. También se ha potenciado la presencia de otros autores, como es el caso del diseñador Manuel Fernández. La itinerancia de esta muestra irá acompañada de un esfuerzo en la presencia de la moda local de los territorios que la alberguen.

A modo de pequeño autoreproche, Mansilla admite que se ha quedado fuera algunos diseñadores y empresas en los 1.500 metros cuadrados de exposición. "Qué pena no tener 200 metros cuadrados más", explica. Con todo, reivindica que todos los que están "tienen derecho" a ello.

La muestra inaugurada ayer recoge, en cualquier caso, diseños de Balenciaga, Fortuny, o Pertegaz- "tenemos una tradición de la que tendríamos que sentirnos orgullosos", puntualiza Mansilla-, piezas como un abrigo del diseñador mallorquín afincado en Nueva York Miguel Adrover, elaborada con una tela comprada en Egipto, un zapato de Camper pintado por un joven artista mallorquín o las propuestas de Zara. Mansilla explica que la firma ha pasado en diez años de recibir críticas por las copias que realizaba a que las grandes empresas del sector suspiren por que les copien sus modelos, porque si lo hace "te pone de moda".

La exposición está organizada por la Sociedad Estatal para el Desarrollo del Diseño y la Innovación (DDI) del Ministerio de Economía, y por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. También cuenta con la colaboración del Impiva (Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana). Durante la inauguración, el secretario autonómico de Industria y Comercio, Rafael Sanus, aprovechó para subrayar que la moda y el diseño han de inpregnar "todos los procesos productivos".

Isabel Barreiro, presidenta del DDI, recordó ayer que la moda da empleo en España a medio millón de trabajadores, representa el 10% de la industria manufacturera y, durante 2002, exportó casi 6.000 millones de euros. Añadió que España es la segunda potencia exportadora de calzado y de moda para bodas. La Comunidad Valenciana, en este contexto, es una de las autonomías con más fuerza en sectores como el textil y el calzado, según recordó la representante del Ministerio de Ciencia y Tecnología Maj-bit Larka.