El PP acusa al presidente castellano-manchego de desviar pacientes a Madrid para "ahorrarse el tratamiento"

Madrid

El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, manifestó ayer que "sería absolutamente gracioso y risible si ahora mismo, en función del proyecto de lucha contra las listas de espera, el Gobierno regional de Castilla-La Mancha decidiera derivar a todos los enfermos de Castilla-La Mancha a los hospitales madrileños".

Beteta realizó estas declaraciones después de que el portavoz socialista, Rafael Simancas, asegurase que "cuando Esperanza Aguirre prometió dimitir si algún usuario de la sanidad pública tenía que esperar, dentro de dos años, más de un mes para una intervención quirúrgica, no habló de residentes en un municipio o en otro, ni de si los señores tenían que ser bajitos o altos, ni si las señoras tenían que ser morenas o rubias".

Simancas dijo esto tras la matización hecha ayer por la presidenta de que se refería exclusivamente a los empadronados en Madrid cuando habló de reducir a un máximo de un mes la lista de espera quirúrgica.

El diputado Beteta continuó con sus sospechas: "De este modo, el Gobierno de Castilla-La Mancha se ahorraría el tratamiento a sus enfermos y lo tendría que pagar la Comunidad de Madrid engordando, de esa manera, sus listas de espera". Después agregó: "A lo mejor es que el señor Simancas ha hablado con el señor Bono para llevar a cabo una actuación de esa naturaleza".

El portavoz de Izquierda Unida en la Cámara regional, Fausto Fernández, calificó de "muy grave" el hecho de que "desde el PP se esté insinuando que existe una confabulación entre Madrid y Castilla-La Mancha para enviar pacientes que colapsen las listas de espera quirúrgicas".

El dirigente socialista calificó de "burda justificación" las declaraciones del portavoz del PP en la Asamblea. Según Simancas, no se trata más que de un intento "de eludir las responsabilidades en cuanto a la reducción del tiempo de la lista de espera sanitaria". "Primero intentó hacer comisionado de listas de espera al socialista Josep Borrell. Quería que nosotros les arregláramos la papeleta", continúa Simancas, "y ahora viene con esta nueva cortina de humo".