El islamismo bloquea el acuerdo para una Constitución iraquí
El Consejo de Gobierno no logra cerrar un proyecto legal en el plazo fijado por EE UU
Los islamistas dificultan el acuerdo para la Constitución provisional iraquí. Su insistencia en que el islam se convierta en el principal fundamento legislativo del país hizo que anoche se superara el plazo fijado por Estados Unidos para que el Consejo de Gobierno redactase la Ley Básica que debe gobernar hasta las elecciones. Si no se logra una solución, el retraso será un nuevo golpe a los planes de EE UU para devolver la soberanía a Irak el próximo 30 de junio.
"No vamos a tener una ley fundamental hoy", declaró escuetamente anoche Jared Young, uno de los portavoces de la Coalición. Los miembros del Consejo de Gobierno iraquí estaban reunidos desde las tres de la tarde y no había visos de que pudieran consensuar el texto antes de la medianoche. A esa hora concluía formalmente el plazo establecido en el acuerdo para la transferencia de soberanía que la Autoridad Provisional de la Coalición y el Consejo de Gobierno anunciaron el pasado 15 de noviembre. Un retraso significativo en tener lista la Constitución provisional dificultaría el traspaso de poder en la fecha prevista y alejaría la posibilidad de convocar elecciones antes de que concluya el año, como exige la comunidad chií.
"Anoche [por el viernes] se limaron asperezas en la cuestión del federalismo y de los derechos de la mujer, pero el islam continúa siendo el punto de fricción", expuso a este diario Salam al Tamimi, un asistente del miembro del Consejo Muafak al Rubai. "Los partidos islámicos insisten en colocar la sharía como única fuente del derecho", confirmaba por su parte Mahmud Ozmán, líder del Partido Socialista Kurdo y uno de los miembros más liberales del Consejo. "La nueva ley debe ser para todos los iraquíes", añadía. "Sabemos que la mayoría del país es musulmana, pero también tenemos cristianos, sabeos o yazidíes", explicaba, "además aún hay muchas diferencias entre los propios musulmanes".
El peso del islam en el diseño del nuevo Irak ha polarizado al Consejo. Frente a la imagen que enfrenta a chiíes y suníes, el voto de sus miembros revela una brecha mayor entre los representantes de partidos religiosos y los liberales. De hecho, la propuesta de convertir la sharía, o ley islámica, en la principal fuente legal, partió el actual presidente de turno del Consejo, el islamista suní Mohsén Abdelhamid. Para Ozmán, las diferencias entre los suníes, que han gobernado Irak en los últimos 80 años, y los chiíes, que constituyen el 60% de la población iraquí, están quedando atrás con este contencioso. "Es en lo único en lo que están de acuerdo", asegura.
Es cierto que los más destacados representantes de la comunidad chií respaldan esa moción, pero no todos. Dos miembros chiíes del Consejo, Rayaá al Juzai y el citado Al Rubai, han estado detrás de la movilización que el viernes logró anular la Decisión 137 que pretendía que las leyes religiosas de cada comunidad regularan matrimonio, divorcio, custodia de hijos o herencia. Tras la anulación, 5 de los 13 representantes chiíes abandonaron la sala de reuniones en señal de protesta, aunque ayer se reincorporaron a los debates.
Amenaza de veto
El administrador civil norteamericano, Paul Bremer, advirtió la semana pasada de que él no firmaría una Constitución que consagrara al islam como única fuente legal. Sus palabras se interpretaron como una amenaza de veto, pero como él mismo reconoció, su capacidad de influir alcanza hasta el 30 de junio. Después, el diseño político de Irak quedará en manos de los iraquíes.
"Si no llegamos a un acuerdo, continuaremos las reuniones durante los próximos días", manifestó Adnán al Asadi, el sustituto en el Consejo de Ibrahim al Yaafari, líder del partido Al Dawa Al Islamiya. "Seguiremos con reuniones paralelas de los distintos grupos de trabajo hasta que logremos encontrar una solución a los asuntos en que mantenemos diferencias", explicó Al Asadi.
[La Brigada Multinacional Plus Ultra llevó ayer a cabo una operación combinada con un batallón holandés en la que se detuvo a 11 sospechosos, según informaron fuentes del Ministerio de Defensa español en Madrid. La operación iba dirigida contra "elementos terroristas" que actuaban a lo largo de la llamada Ruta Jackson, en la zona de Arrumaythat, entre las áreas de responsabilidad de estos dos contingentes internacionales.
La operación fue llevada a cabo por 338 soldados, 30 vehículos y dos helicópteros de la Brigada Plus Ultra y un contingente similar del mando holandés. Los detenidos pertenecen a un grupo armado, liderado por Nhi Mrehig, que habitualmente atenta contra convoyes de la coalición y personal civil en la citada ruta].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.