_
_
_
_
LA CRÓNICA | ELECCIONES 2004 | Andalucía
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cuestión de intensidad

Luis Barbero

El candidato del PSOE, Manuel Chaves, empezó su campaña con un llamamiento al electorado para que se movilice y acuda a las urnas el próximo 14 de marzo. Por experiencia propia, Chaves sabe que la abstención es el peor enemigo de los socialistas. En las elecciones de 1994 y 2000, cuando la participación se situó entre el 67% y el 69%, la distancia entre el PSOE y el PP se estrechó. Hace diez años, quedó reducida a cuatro escaños (45-41), y hace cuatro, a seis diputados (52-46).

En 1996, con una participación del 78%, unos 10 puntos más que en los otros dos comicios, la diferencia entre socialistas y populares se elevó a 12 diputados (52-40).

¿Qué pasó en 1996? Que en los dos años anteriores, PP e Izquierda Unida habían impuesto en el Parlamento autonómico una alianza tácita, que dio lugar a la llamada legislatura de la pinza. Chaves acudió a las urnas tras dos años de enorme tensión en la vida política andaluza y haber tenido que prorrogar los presupuestos autonómicos al no contar con mayoría suficiente en el Parlamento para lograr su aprobación.

Más información
Chaves critica a quienes utilizan la unidad de España para obtener beneficios electorales

El Partido Popular, con Javier Arenas como candidato, acudió a la cita electoral de 1996 con el convencimiento de que, por primera vez, podía ganar en Andalucía. Sin embargo, el electorado de izquierda respondió a los dos años de inestabilidad política, se movilizó y Manuel Chaves logró una mayoría que le permitió pactar con el Partido Andalucista, formación con la que gobierna en coalición desde hace ocho años.

Estas lecciones del pasado no las olvidan ni unos ni otros. Y si Chaves sabe que la participación es fundamental para ganar y lograr una mayoría holgada, incluso mayoría absoluta, como apuntan casi todas las encuestas de los últimos meses, el PP también es consciente de que una movilización masiva del electorado andaluz perjudica sus intereses. Una constante que reflejan todos los sondeos es que los votantes andaluces se consideran de centro-izquierda, es decir, el espectro ideológico en el que se ubica el PSOE.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

A tenor de los datos de los que disponen, los dirigentes del PP entienden que el electorado del PSOE se está movilizando, pero no tanto como dicen las últimas encuestas, que apuntan a que habrá una participación superior al 80%, algo que nunca ha ocurrido en la historia de las elecciones autonómicas (el máximo se produjo en 1996, con un 78%).

De ahí que en el PP se hable de la necesidad, que nada tiene que ver con lo que luego ocurra, de hacer una campaña de baja intensidad, es decir, una campaña no muy cañera, no muy crispada, que contribuya a no dar motivos al electorado de izquierda para acudir de forma masiva a las urnas. La campaña de Teófila Martínez está diseñada para cumplir este propósito y se ha intentado que la candidata prime las propuestas sobre la crítica catastrofista, con especial cuidado en las formas.

Pero una cosa es el diseño y otra es la realidad y en el primer mitin de campaña Martínez equiparó a Chaves con el nacionalista vasco Xabier Arzalluz.

Cuestión de intensidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_