El omnipresente Berlusconi

Hubo unas semanas de ausencia a principios de año, mientras cicatrizaban las costuras de la cirugía estética. Fue sólo una breve tregua, un descanso navideño. Cuando volvió tenía ganas de recuperar el tiempo perdido: Silvio Berlusconi acapara de nuevo las pantallas italianas, todos los días, hablando de todo. Como presidente del Gobierno, como presidente del holding Fininvest, como presidente del Milan o como experto en lo que sea. Vivir en Italia es vivir con Silvio.

Cuando el presentador de Domenica Sportiva anunció, en la noche del domingo, que un tal Berlusconi llamaba para opinar en directo, muchos espectadores creyeron que se trataba de una broma, o de algún imitador del presidente del Gobierno. Pero no, era él, el auténtico omnipresente. Berlusconi se explayó durante 20 largos minutos (¿quién se atrevía a cortarle?) sobre tácticas, sistemas de juego, éxitos milanistas y, en fin, ya puestos, sobre lo mala que era la izquierda para Italia.

Berlusconi ocupa las pantallas italianas, todos los días, hablando de todo

Domenica Sportiva se emite en el segundo canal de la RAI, la televisión pública, sobre la que, al menos en teoría, rige un cierto control en el tiempo de apariciones. Sobre todo cuando, como ahora, Italia vive en precampaña electoral por las elecciones europeas y municipales de junio. Berlusconi acababa de colgar cuando llegó una nueva llamada al programa, esta vez de Lucia Annunziata, la presidenta de la RAI. Annunziata entró también en directo, con voz de irritación contenida: "Señor Berlusconi, por favor, deje tranquila la RAI, deje de ocupar espacios ajenos a la política". Y a los responsables de Domenica Sportiva: "Recuerden que es la RAI quien paga sus sueldos, no Berlusconi".

Lucia Annunziata seguía furiosa ayer: "Temo el momento en que Berlusconi aparezca como gran experto musical en el festival de San Remo". Quizá le dio una idea al presidente del Gobierno. ¿No fue cantante en su juventud? ¿No acaba de grabar un disco con temas propios?

Fabrizio Maffei, director de RAISport y máximo responsable de Domenica Sportiva, el programa deportivo de mayor audiencia, se apresuró a explicar que habían llamado al Milan para pedir una entrevista a Silvio Berlusconi, como propietario y presidente del club que encabeza la clasificación de la Liga italiana. No hubo respuesta, dijo Maffei, y luego, por sorpresa, se produjo la llamada. "Sólo hicimos periodismo", se justificó.

Quien mejor entendió el asunto fue Gianni Rivera, máxima estrella futbolística de la historia del Milan y ex diputado de centro-izquierda. "Ha empezado la campaña y eso es lo único que interesa a Berlusconi", comentó. "La televisión es un medio y lo utiliza para sus fines".

Berlusconi había comenzado a invadir el terreno de juego el sábado, tras el derby Inter-Milan. El omnipresente habló a las cámaras desde el palco y, pese a la victoria de los suyos, se declaró insatisfecho con la táctica del entrenador, Carlo Ancelotti. "Desde el lunes", anunció, "será obligatorio que el Milan juegue con al menos dos puntas. No es un consejo, es una orden del presidente al entrenador". El partido y el resultado quedaron en segundo término: Berlusconi se convirtió en la gran noticia.

Lo es cada día. Cuando regresó de su lifting en Suiza se dedicó a cargar contra los jueces, los comunistas y, en un ejercicio de síntesis, contra "los jueces comunistas"; esa línea argumental, sin embargo, no era nueva y tuvo escaso impacto. Sus asesores le recomendaron algo más directo y lo puso en práctica la semana pasada. Los nuevos temas, altamente populistas, se centraron en dos ideas: "los políticos son ladrones" y "está moralmente justificado evadir impuestos". El omnipresente arrasa en los titulares de prensa. El objetivo, bastante evidente, es que se hable de él, no de lo que hace o no hace el Gobierno.

Y así todos los días.