Un triunfo anunciado

Escogiendo un formato de banda reducida a la capacidad armónica y rítmica de dos o tres guitarras, más una tradicional sección rítmica de bajo y batería, la canaria Rosana Arbelo llenó dos días el Palacio de Congresos de Madrid para ofrecer una cálida actuación que transcurrió, como es habitual, en clave de complicidad con un público deseoso de ser también protagonista del espectáculo.

Eso sí, con respecto a otras actuaciones, Rosana redujo ostensiblemente el nivel de comunicación con los espectadores y durante ciertos tramos del concierto se limitó a concentrar todas sus fuerzas en sacarle a las canciones un partido emocional enorme. Ése fue el caso de la interpretación de la canción Tormenta de arena, tema compuesto a medias con el dúo de artistas noveles que ella ha producido, Condena2, y que abrieron la noche como teloneros.

Es más, la sabia guitarra de uno de sus componentes, Borja Fernández Serrano, acompañó la ejecución de este tema y de gran parte del repertorio que cantó Rosana.

La lista de canciones interpretadas reunía algunos de los temas más conocidos con varias canciones nuevas que la artista ha decidido grabar en directo.

En total fueron 15 canciones que dan la talla de una Rosana Arbelo cada vez más capaz como artista de hacer lo que le venga en gana, porque domina lo suyo, cantar, y porque ha establecido un canal de comunicación con su público que permanece siempre gloriosamente abierto. Un triunfo anunciado, pues, de antemano.