El juego
Vi desde el autobús por la autovía entre Nerja y Málaga los carteles electorales mezclados con los que marcan direcciones hacia pueblos y ciudades. Busqué la publicidad del PP que coincide con un eslogan de la Caja de Ahorros El Monte de Huelva y Sevilla: "Juntos vamos a más". No está puesta todavía. Vi la cara de Rajoy, "Avanzamos juntos", Rajoy en primer plano y, a su espalda, una nebulosa masa de gente, casi tan inquietante como ese mapa de España compuesto por la muchedumbre del PP: sólo caben ellos en el mapa.
Otra coincidencia: Zapatero, saliéndose del cartel, la frente fuera de campo, dice: "Merecemos una España mejor". Es una copia del eslogan triunfante de Blair: "Gran Bretaña merece mejorar". El "Avanzamos juntos" de Rajoy se parece mucho al "Juntos podemos" de hace tiempo, afirmación que terminó de hundir a los comunistas en toda España: es digna de atención la similitud entre el eslogan izquierdista y la publicidad derechista, juntas ahora. Las votaciones son un mercado de votos. Hay que captar a los votantes, es decir, a los clientes, según el tópico del economista Joseph Alois Schumpeter, un verdadero personaje: joven profesor de economía en Czernowitz, en 1909, se batió en duelo con el bibliotecario de la universidad, que no prestaba libros a los alumnos.
El mercado de votos se decide con palabras bien elegidas y dispuestas, consignas que no son ni de derechas ni de izquierdas (tampoco miramos, salvo en casos excepcionales, la filiación política del vendedor de verduras). Más allá de fundamentos ideológicos, las fórmulas publicitarias son intercambiables: "Andalucía se crece" (PSOE), "Andalucía: lo nuestro" (PA, que difunde también un cliché fanático-futbolístico: "Siente tus colores"), "Palabra" (IU: "Vamos a recuperar tu ilusión", profetizan místicamente). Todo puede barajarse y repartirse, sin que varíe mucho el resultado, entre los distintos partidos: ya veo al PSOE andaluz anunciando, sobre una multitud que dibuja el mapa de la región, "Juntos vamos a más", todos vencedores, mayoría absoluta. O al PP de aquí, sentenciando: "Merecemos una Andalucía mejor".
Otra coincidencia: el eslogan de Teófila Martínez, "Más y mejor", es exactamente igual que el de unas salas de cine madrileñas ligadas a Paramount/Universal. Los publicistas del PP plagian a una caja de ahorros y a una distribuidora cinematográfica: dinero y fábula. La táctica de la propaganda modular ("Más y mejor empleo", más y mejores viviendas, siempre más y mejor...) es compartida por el PP y el PSOE andaluces ("Crecemos en bienestar hoy y mañana", y en empleo, y en educación, pregonan los socialistas, imitadores de una empresa de organización de ferias comerciales que dice de sí misma: "Crece contigo"). El consumo habitual ofrece consignas estupendas para nuestros partidos: "Escápate a lo bueno" (una cadena hotelera), "No busques más" (líneas aéreas, para indecisos), "Miramos hacia el futuro" (promociones inmobiliarias), "¿Todavía se conforma con menos?" (banco de inversiones), "Life: It's a great game" una cita del gran tenista Agassi para el anuncio de un perfume mundial).
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