Arenas pone la primera piedra de la depuradora de Fuengirola sin que el proyecto esté aún redactado

El ministro de la Presidencia, Javier Arenas, colocó ayer la primera piedra de la nueva depuradora de Fuengirola apenas 24 días después de que el Gobierno adjudicara la redacción del proyecto y la ejecución de las obras, que paradójicamente fueron declaradas de urgencia en 1996. Como ya ocurrió días atrás en la colocación de la primera piedra de la presa de Melonares, en Sevilla, ningún representante de la Junta ni del PSOE acudió a un acto que consideraron "puramente electoralista".

El pasado 28 de enero, el Boletín Oficial del Estado publicó una resolución del Ministerio de Medio Ambiente en la que adjudicaba "la elaboración del proyecto y ejecución de las obras" a la unión temporal de empresas formada por Infilco, Sando y Necso. La redacción del proyecto se adjudicó en 187.810,72 euros, y la realización de las obras en 24.996.730 euros. Según el diputado socialista por Málaga Miguel Ángel Heredia, la primera piedra colocada ayer por Arenas es "virtual" porque en estos 28 días no ha dado tiempo a redactar el proyecto. "Cuando realmente puedan comenzar las obras esa primera piedra estará ya erosionada", ironizó Heredia.

Directivos de la Confederación Hidrográfica del Sur (CHS) consultados al respecto explicaron que había un anteproyecto que ya tenía carácter de proyecto y que apenas necesitará modificaciones. Explicaron también que éstas han sido acordadas con las empresas adjudicatarias, con las que ya se ha firmado el contrato, y que las obras pueden comenzar el lunes.

La rapidez con la que ha actuado el Gobierno desde la adjudicación del proyecto contrasta con el dilatado procedimiento administrativo con el que la ha tramitado. El concurso de licitación se convocó el 21 de octubre de 2001, y no fue resuelto hasta la mencionada adjudicación del pasado 28 de enero. Además, las obras, incluidas en el Plan de Saneamiento de la Costa del Sol, fueron declaradas de urgencia por el Gobierno en 1996, e incluso ya en 1995 existió en los Presupuestos Generales del Estado una partida de 2.000 millones de pesetas.

En septiembre del año pasado, la comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallstrom, anunció la apertura de un procedimiento contra España por el incumplimiento de la directiva que obligaba a las ciudades mayores de 15.000 habitantes a depurar completamente sus aguas antes del final de 2001. En el expediente se cita expresamente, entre otros casos, los de Fuengirola y Nerja.

El PSOE tachó ayer de "desvergonzada" la actuación de Arenas. "El Gobierno toma el pelo a los malagueños con cinismo y desfachatez", dijo Heredia.

Arenas, en cambio, explicó que "en beneficio de los vecinos de Fuengirola, Mijas y Benalmádena no hay que perder ni un minuto". El ministro devolvió las críticas al PSOE y a la Junta: "Hay que denunciar el comportamiento absolutamente antidemocrático de aquellos que creen que Andalucía es de su propiedad y sólo pueden poner primeras piedras ellos, eso es lo que le ocurre a Chaves, que todos los días inaugura cosas y luego se indigna cuando lo hace el Gobierno", dijo.

La nueva depuradora amplía la construida en 1979 para 85.000 personas y podrá dar servicio a 240.000 habitantes de Fuengirola y parte de Benalmádena y Mijas -el alcalde de esta ciudad, del PSOE, no acudió al acto-. Dará tratamiento terciario, y las aguas recicladas se usarán para regar jardines y campos de golf. Las obras durarán tres años.