Federico Jiménez, elegido nuevo decano de los jueces sevillanos

Federico Jiménez Ballester (Barcelona, 1961) fue elegido ayer nuevo decano de los jueces de Sevilla. Jiménez, miembro de la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria, se impuso en la primera vuelta de los comicios al otro candidato, Francisco Guerrero, al obtener las tres quintas partes de los votos. El juez catalán obtuvo 36 apoyos y su contrincante 23. Participaron 60 de los 79 jueces con derecho a voto.

Nada más saberse vencedor, Jiménez Ballester señaló que pretendía seguir con la labor emprendida por su antecesor, Andrés Palacios, que llevaba en el cargo ocho años. En este sentido, dijo que tratará de hacerlo "tan bien como él" y le calificó como "el modelo a imitar".

El recién elegido juez decano de Sevilla subrayó de los comicios de ayer "la alta participación democrática, pese a la dispersión del edificio judicial y los señalamientos que tenían algunos jueces". También añadió que se sentía respaldado por sus compañeros.

El juez Jiménez Ballester, que ha desempeñado durante los últimos siete años su labor profesional en el Juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla, señaló que uno de sus objetivos inmediatos es "intentar convencer a la Administración de las necesidades humanas y materiales de justicia". "No tenemos sitio para desempeñar las reformas", afirmó.

En este sentido, insistió en que la dotación de medios es algo "imprescindible" para el buen funcionamiento del servicio público de la justicia.

Administración eficaz

El juez decano saliente, Andrés Palacios, subrayó la "capacidad de trabajo" de los dos candidatos y confió en que su sucesor continúe con el trabajo desarrollado para lograr "una administración de justicia más ágil, eficaz, de mayor calidad y próxima al ciudadano".

Federico Jiménez Ballester, facultado para desempeñar el cargo los próximos cuatro años, nació hace 43 años en Barcelona, es licenciado en Derecho, en la especialidad de Derecho Público, por la Universidad de Sevilla. En 1987, ingresó en la Escuela Judicial y, entre 1988 y 1989, prestó servicios en el Juzgado de Distrito número 2 de Málaga.

Posteriormente, en 1990, ascendió a la categoría de magistrado y desarrolló funciones en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Marchena (Sevilla). Se traslado a Palma de Mallorca, concretamente al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 10, pero en 1992 regresó a la capital hispalense. Ejerció hasta 1997 en el Juzgado de lo Social número 6 y, desde entonces y hasta la fecha, en el Juzgado de Instrucción número 11.