Papá 1 y papá 2

En la partida de nacimiento de los gemelos Aspen y Saffron, de cuatro años y medio, aparecen Barrie y Anthony Drewit-Barlow, de 33 y 38 años, respectivamente, como "padre 1" y "padre 2". No hay madre en esa familia y esa circunstancia ha motivado comentarios y presiones sobre los pequeños en el entorno escolar del colegio de Torrevieja (Alicante) en el que estaban matriculados los pequeños.

Barrie y Anthony, pareja homosexual reconocida legalmente en el Reino Unido, tiene tres hijos biológicos, logrados en un largo proceso legal y médico llevado a cabo en Estados Unidos y ratificado por el Tribunal Supremo de California, que les costó cerca de un millón de dólares y mucho esfuerzo. Las autoridades británicas negaron el permiso de residencia a los pequeños y los Drewit-Barlow decidieron afincarse en Elche. Tras un año de paz en la ciudad ilicitana, ayer denunciaron "presiones homófobas" en el entorno escolar de los gemelos, que les ha llevado a tomar la decisión de sacarles del colegio de Torrevieja en el que estaban matriculados desde el pasado noviembre.

La pareja decidió vivir en Elche para escapar del acoso de la prensa sensacionalista británica

Los gemelos Aspen y Saffron (California, 1999) vinieron al mundo tras una lucha médica y legal que llevó a estos adinerados británicos a contratar a una madre de alquiler, que mantuvo en su vientre durante nueve meses unos óvulos donados y fecundados con el esperma de ambos. A través de un sistema de fecundación in vitro se logró que Barrie fuera el padre biológico de Saffron, y que la carga genética de Anthony diera lugar al segundo gemelo, Aspen.

En una conversación con este periódico, la pareja comentó ayer que decidió fijar su residencia familiar en una pedanía de Elche para escapar del acoso de la prensa sensacionalista británica. El matrimonio, que cuenta con una pequeña fortuna que les ha generado una industria farmacéutica ubicada en el Reino Unido, inició una carrera en "busca de un lugar más comprensivo con las nuevas formas de pareja". Y lo encontraron en Alicante, "donde se ha desarrollado un gran respeto a todo tipo de familias", explicaron.

Pero esa situación idílica parece sufrir ahora sus peores momentos, según la pareja, debido a la presión a la que han sido sometidos los niños en el entorno escolar. "Nos alertaron de determinados comentarios de padres de alumnos; comentarios que también nos llegaron a través de nuestros pequeños, quienes comenzaron a hacernos preguntas sobre nosotros, nuestra situación y nuestra forma de vivir", comenta la pareja.

Ante esa situación, Barrie y Anthony han decidido sacar a los niños del colegio y contratar a un profesor particular para que los eduque en la vivienda familiar.

Antonio Alonso, director del colegio El Limonar International School, considera que la decisión de la pareja "ha sido extrema". Desde el centro, asegura, "se ha hecho todo lo posible para la defensa y protección de los menores".

Alonso reconoció que "recibimos la denuncia de los padres de que una madre estaba realizando comentarios sobre esta pareja y sus hijos. Nosotros nos pusimos en contacto con ella, quien lo negó todo". La dirección del centro se negó a realizar un "juicio paralelo por algo que no creemos, sinceramente, que se haya producido", explicó Alonso.

No obstante, la pareja lo tiene claro: "No hay problema, continuaremos en España, en este u otro colegio. Alicante y Benidorm tienen respeto y están muy abiertos al colectivo gay".