'Balseros', rumbo al Oscar

El documental Balseros, la única película española que este año compite por un oscar, llega hoy a Canal + (22.00 horas). Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, los directores de este impresionante filme que narra el sueño americano de siete emigrantes cubanos, Carles Bosch y Josep Maria Domènech, andan ocupados intentando recorrer con tino la recta final hacia el teatro Kodak.

A través del teléfono, a Carles Bosch, que se encuentra en Los Ángeles junto a Josep Maria Domènech, se le nota cansado -y todavía faltan 12 días para la gala-, pero feliz y también desbordado por la experiencia. Hace dos días que los periodistas llegaron de Miami, donde el fin de semana pasado reunieron a cinco de los siete protagonistas de su historia. "El encuentro fue algo mágico", resume el reportero.

El documental tiene una génesis curiosa. Todo arrancó en el verano de 1994, cuando Bosch y Domènech fueron enviados a La Habana por su empresa, la cadena autonómica TV-3, para que realizaran un reportaje sobre la crisis de los balseros. Preocupados más por el lado humano que por el político del asunto, los reporteros se aplicaron en buscar testimonios, y encontraron a siete de los mejores: cuatro hombres y tres mujeres tan ansiosos de vivir otra vida que estaban dispuestos a perder la suya en el intento. En 1996 volvieron sobre el asunto: buscaron a sus balseros, y los encontraron en Guantánamo, donde los entrevistaron de nuevo. Años después, les siguieron la pista hasta lo que para estos emigrantes había representado el paraíso, Estados Unidos, y allí, con la ayuda de David Trueba en el guión, culminaron su trabajo. Esta vez con destino al cine, gracias a que se sumó al proyecto la productora Bausan.

Asesorados por Fredell Pogodin, una publicista especializada en la carrera a los oscars, Bosch y Domènech están presentando estos días su película al público y, lo que puede ser más provechoso, a los académicos. El lunes, sin ir más lejos, el actor Edward James Olmos introdujo Balseros en el Egypcian Theater. Pese a que el filme está siendo bien acogido, Bosch no quiere hacerse ilusiones: "Estamos encantados de haber llegado hasta aquí como perdedores".