Iñaki Urdangarín, vicepresidente del COE

Iñaki Urdangarín fue designado ayer por unanimidad vicepresidente primero del Comité Olímpico Español (COE), organismo al que pertenece desde 2001, un año después de la conclusión de su carrera deportiva como jugador de balonmano. La asamblea del COE ratificó, sin necesidad de votación, la propuesta del presidente del organismo, José María Echevarría. Urdangarín sustituye en el cargo a Santiago Fisas, que dejó el COE para incorporarse al Gobierno de la Comunidad de Madrid. El esposo de la infanta Cristina participó en los Juegos Olímpicos en tres ocasiones con la selección española de balonmano y ganó dos medallas de bronce: en Atlanta 1996 y Sidney 2000.

Nacido en la localidad guipuzcoana de Zumárraga en enero de 1968, Urdangarín comenzó a jugar al balonmano a los seis años en el colegio de los Jesuitas de Caspe, en Barcelona. A los 18 fichó por el Barça, en el que desarrolló toda su carrera profesional hasta que en 2000 anunció su retirada. Con este club consiguió diez Ligas, siete Copas, nueve Supercopas españolas y tres Copas Asobal, además de seis Copas de Europa, cuatro de ellas consecutivas; dos Recopas y cuatro Supercopas europeas.

Internacional absoluto desde los 18 años, Urdangarín, aparte sus dos bronces olímpicos, ganó sendas medallas de plata en el Campeonato de Europa de 1995 y en el de 2000. En marzo de 2001 fue despedido por el Barça con un multitudinario homenaje en el Palau Blaugrana, en el que fue retirada su camiseta, con el número 7, que lució durante 15 años en el club. En abril de ese año fue elegido miembro del COE.

La asamblea del COE aprobó también una reforma de los estatutos del organismo, que concede un peso decisivo a las federaciones de deportes olímpicos, tras una votación polémica que podría derivar en la impugnación del resultado. La nueva norma se ratificó con 138 votos a favor, exactamente los que eran necesarios para formar una mayoría de dos tercios. Se emitieron 207, de los cuales 60 fueron en contra y 9 en blanco.

A partir de ahora, los presidentes de las federaciones olímpicas dispondrán de cuatro votos en la asamblea del COE y el resto de los miembros -incluidas las federaciones no olímpicas, los deportistas y los llamados miembros individuales-, de un voto. En términos porcentuales, el poder de decisión del deporte olímpico pasa de un 51% a un 54,6%.