La librería Plumier de Ibi obtiene el premio nacional 'Librero Cultural' por su labor de fomento de la lectura

"Desde las pequeñas librerías se pueden hacer grandes cosas por la lectura". Con este lema la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), que preside Fernando Valverde, se ha fijado en la labor desarrollada por Luis Casado, al frente de la librería Plumier de Ibi para otorgarle el V Premio Librero Cultural. Este reconocimiento, que cuenta con el impulso del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte dentro del Plan de Fomento para la lectura, se entregó ayer como "un estímulo" y una ayuda económica en el desarrollo de las actividades de animación lectora en esta pequeña librería ibense. El premiado, Luis Casado, garantizó que invertirá los 6.000 euros con los que está dotado el premio en seguir organizando cuenta cuentos, exposiciones sobre el libro, tertulias y presentaciones de autores que sigan acercando a grandes y pequeños a su librería. "No hay mejor recompensa que librero y lector crezcan juntos al calor de las palabras", añadió.

Este premio reconoce además la labor de las pequeñas librerías frente a la fuerte competencia de las grandes superficies. En esa línea se pronunció el director general del Libro y Bibliotecas de la Generalitat Valenciana, Vicente Navarro de Luján, que destacó la importancia del librero para iniciar en la lectura a los más jóvenes. Vicente Navarro de Luján, presente en el acto de entrega del premio a Plumier, se confesó "consumidor de pequeñas librerías". Explicó que es en estas tiendas donde "el responsable no es un comerciante, sino un librero que te conoce y sabe lo que te puede interesar". Juan Luis González, subdirector de promoción del Libro, fue más allá y consideró las pequeñas librerías como "la verdadera red cultural" para la lectura en España.

Los premios que otorga CEGAL con el objetivo de contribuir al reconocimiento público de las librerías que han contribuido en la dinamización cultural y la difusión del libro y la cultura de la lectura han recaído en anteriores ocasiones en las librerías Cervantes de Oviedo (2002), Cálamo de Zaragoza (2001), Diagonal de Segovia (2000) y Babel de Castellón (1999).