Los pillos y rápidos ganan en el Madrigal
El Villarreal golea al Racing en un encuentro precioso lleno de goles y de ocasiones
Astutos y rápidos. El Villarreal y el Racing disfrutan de un buen número de jugadores de tal condición. Con habilidad para los espacios reducidos, con piernas ligeras para los parajes despejados. Así que se produjo lo esperado. Un encuentro abierto, de ida y vuelta, vivo, alocado. Y goles, muchos goles, nueve en total, alguno de ellos muy plásticos, la mayoría logrados por los veloces y pillos de ambos conjuntos. Una belleza de partido. Un placer.
El Racing tiene la cualidad de hacer intensos y entretenidos los choques, sobre todo si va de visitante. Para el rival, para sí mismo, para el espectador. Todo es alegría y caos. Y en ese caldo, salió disparado Belletti, que aprovechó un gran pase de Josico para marcar cuando algunos aún se anudaban los cordones.
63
VILLARREAL
RACING
Villarreal: Reina; Martí, Ballesteros, Quique Álvarez, Arruabarrena; Belletti (Coloccini, m.90), Josico (Víctor, m.77), Riquelme, Guayre; José Mari (Javi Venta, m.85), y Anderson.
Racing: Ricardo; Álvarez, Pablo Casar, Juanma, Ayoze; Matabuena (Pablo Lago, m. 86), Afek ( Jonatan Valle, m.69); Morán (Anderson, m.74), Javi Guerrero, Benayoun; y Bodipo.
Goles: 1-0. M. 3. Belletti ante la salida de Ricardo. 2-0. M. 31. Riquelme, de penalti. 2-1. M. 33. Benayoun, de tiro raso. 3-1. M.35. Belletti marca por alto. 3-2. M. 56. Álvarez, de penalti. 4-2. M.67. José Mari, de cabeza. 5-2. M. 71. Anderson, a pase de José Mari . 5-3. M.84. Benayoun en jugada individual. 6-3. M. 91. Juanma en propia puerta.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Martí, Morán y Arruabarrena.
Unos 17.000 espectadores en El Madrigal.
Quedaban mil sensaciones por vivir, con un Racing sin renunciar a su estilo aventurero que le venía de lujo al Villarreal. Así llegó el penalti a José Mari que convirtió Riquelme, quien volvía tras su periodo de descanso, recobro de energía, reflexión o lo que sea. Y un tercer gol, el segundo de Belletti, aprovechando el error de Ricardo en su salida. Entre medias, otro de Benayoun que daba abrigo a la remontada. Y más tarde un penalti a Bodipo que transformó Álvarez. La esperanza santanderina quedó truncada tras un magnífico cabezazo a gol de José Mari. Apología del caos. Bendito desorden.
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