Viajes al pasado, SA

"Nosotros le ponemos el tiranosaurio delante, usted lo caza", rezaba el anuncio de la agencia Time Safari, Inc., en un notable cuento de Ray Bradbury (El ruido de un trueno). Salvando las distancias que van de la fantasía a la realidad, la idea de la empresa barcelonesa Ciencia y Aventura Safaris es similar. Esta singular iniciativa, encabezada por el paleontólogo catalán Jordi Serrallonga, profesor de la Universidad de Barcelona y director de Homínid -Grupo de Orígenes Humanos del Parque Científico de Barcelona-, propone viajes con guión a la cuna africana de la humanidad. Se trata de visitar los yacimientos de lugares legendarios de la paleontología, como Olduvai (Tanzania), de la mano de expertos que compaginan esta labor con las excavaciones. El propósito es que los beneficios que generen estas expediciones reviertan en la financiación de las campañas científicas, aportando unos fondos de los que las misiones andan muy necesitadas.

"Proponemos un tipo de viaje especial, de ocio, científico y de aventura, en la consideración de que la gran aventura es en realidad el conocimiento", explica Serrallonga tras unos preliminares acerca de los exploradores Stanley y Burton (su modelo) y unas consideraciones acerca del uso de reposacabezas en África para prevenir que se te meta un bicho en el oído como a Speake camino de las fuentes del Nilo. "Queremos sumergir al expedicionario, así lo denominamos, no viajero ni turista, en el ambiente de entre hace seis millones y un millón y medio de años en que se movieron nuestros ancestros. Ofrecemos una nueva perspectiva para visitar lugares como el cráter del Ngorongoro, el Serengeti o el lago Manyara, añadiendo la mirada prehistórica a las bellezas naturales del entorno".

En cuanto al tipo de viaje: "Nuestra idea es que el usuario vaya tranquilo, con todas las comodidades, dentro de un estilo romántico, acampando en la sabana pero con tiendas confortables y servicios tipo Memorias de África o Mogambo. Ofrecemos no sólo las visitas comentadas a los legendarios yacimientos, sino charlas sobre astronomía junto al fuego, observación de animales, plantas y etnias, y la vigilancia de nuestros campamentos a cargo de los masai". Serrallonga señala que el safari prehistórico, al que se le pueden buscar antecedentes en la visita a las reservas sioux que lanzó hace años una agencia barcelonesa o a los viajes históricos que propone la Fundación Clos, no será una sucesión de clases magistrales, sino algo muy entretenido y vital. Los viajes, de 15 días, con un máximo de 16 expedicionarios y con un coste de unos 3.700 euros, "nacen de la experiencia de 10 años de trabajo arqueológico y paleontológico en África que nos han permitido no sólo conocer a fondo los lugares, sino establecer buenos contactos con la gente del país y especialmente con los masais que residen junto a las áreas de los yacimientos".

Jordi Serrallonga, que es autor de un interesantísimo libro, Los guardianes del lago (Mondadori, 2001) sobre sus experiencias africanas, recuerda, por ejemplo, cómo entendió de golpe la ventaja del bipedismo en la sabana al quedarse sin gasolina su coche y tener que caminar 30 kilómetros entre altas hierbas plenas de depredadores. El programa del viaje incluye visitas a la montaña sagrada de los masai, al lago Natrón, al Serengeti, al Ngorongoro, al lago Manyara, o al lago Eyasi, donde se establece contacto con los cazadores recolectores Hadza.

Ciencia y Aventura Safaris trabaja en España con la agencia Tarannà Expedicions y en Tanzania con Kibo Safaris. Serrallonga excava en Peninj Hills con la Complutense de Madrid y la Universidad de Barcelona y su grupo Hominid prepara con la Universidad de las Islas Baleares otra misión en las Tugen Hills, en Kenia, donde se ha descubierto el fósil de orrorin tugenesis. ¿No teme el paleontólogo catalán que la organización de safaris ponga en cuestión la seriedad del grupo Hominid? "No, estamos muy bien considerados, y lo que ofrecemos al cabo es un aprovechamiento social de nuestros estudios. Lo que pasa es que tenemos que buscar vías de financiación porque excavar en África es caro. Me parece que esta es una buena forma de adaptación y supervivencia, hablando en los más estrictos términos evolutivos".