Chaves, el superviviente
El presidente que más tiempo lleva al frente de la Junta ha evolucionado a golpe de crisis
"Si en aquellos momentos Felipe me hubiera dicho: 'Manolo, no quiero que te vayas a Andalucía', me hubiera dado un alegrón impresionante", confiesa a María Antonia Iglesias en La memoria recuperada. Desde hace 13 años, seis meses y 20 días el presidente de la Junta de Andalucía es Manuel Chaves. Con 44 años ganó sus primeras elecciones y desde entonces ha encadenado otras tres victorias, alguna contra todo pronóstico. Han pasado casi 14 años y el Chaves que llegó a Andalucía forzado -el candidato a palos, lo bautizó la oposición- apenas tiene que ver con el que cumplirá 59 años en el mes de julio y conoce como la palma de su mano una comunidad de 7,2 millones de habitantes a la que ha situado en el primer plano político y que tiene un presupuesto autonómico de 20.000 millones de euros.
A Manuel Chaves le ha pasado como a esos niños que de repente enfebrecen, los encaman y cuando se recuperan el pantalón del colegio les llega por encima del tobillo. Ha crecido. Su evolución ha ido por etapas, a golpe de las fiebres generadas por la situación económica y social, por la oposición y por las sufridas por el PSOE y en todas ellas ha ido empapándose de Andalucía.
19 personas que han formado parte de su guardia de corps en diferentes etapas han hablado con este periódico de su evolución. Cuatro de ellas han pedido que no figuren sus nombres. Las que sí lo han autorizado son las siguientes: José Asenjo, José Caballos, Antonio Claret García, José Antonio Griñán, Concha Gutiérrez, Enrique Linde, Mar Moreno, José Nevado, Alfonso Perales, Alfredo Pérez Cano, Luis Pizarro, Amparo Rubiales, Javier Torres Vela, Luis Yáñez y Gaspar Zarrías. Lo que sigue es su relato.
"Hay un titular para esta película: El superviviente. El que queda como referente de una generación política, la de la foto de la tortilla con Felipe González y Alfonso Guerra, es él. Él ha hecho suyo el lema vital de Camilo José Cela -el que resiste gana- y es un superviviente a prueba de catástrofes. No es que sea un náufrago, ni está cogido a una tabla con alfileres, sino que tiene una enorme resistencia porque es consistente y tiene una conciencia democrática muy sólida".
"Supera la etapa de la pinza, la crisis brutal del partido entre guerristas y renovadores; se hace cargo de la gestora cuando dimite Joaquín Almunia, y le sale bien; apuesta por un candidato distinto a Rodríguez Zapatero y termina presidiendo el partido. Y ha ganado cuatro elecciones. Nunca ha pedido un cargo. No solicitó ser ministro de Trabajo, ni quiso ser el candidato a la presidencia de la Junta ni optar a la secretaría general del PSOE de Andalucía, ni hacerse cargo de la gestora, ni se postuló como presidente federal. Siempre lo buscan como solución y en cualquier crisis no hay otro mejor que él. Y eso es ser brillante".
"Todos nosotros provocamos algún rechazo, pero a él nadie lo ve como un peligro, porque no ambiciona quitarte a ti, ni crea bandería, ni camarilla. No existen los chavistas. Y su primera ambición, su razón de ser, es el partido. Es una persona de confianza a la que le comprarías un coche usado. Te gusta menos cuando tarda más. Rumia, masca mucho las cosas y a veces deja pudrir los temas. Le cuesta mucho trabajo tomar decisiones que afectan a las personas y eso es un defecto político porque aplaza los cambios".
"Le gustan mucho los equilibrios territoriales -eso se ve en sus gobiernos y ¡hasta en las Medallas de Andalucía!- y deja al partido que tome decisiones en lo institucional. No se puede tolerar que en las agrupaciones se le vaya ofreciendo a fulanito ser director general o delegado. Ahí se ha llegado a la degradación,porque los delegados son la cara de la Junta. Lo institucional no puede estar mezclado nunca con lo orgánico".
El estilo Moncloa
"Manolo Chaves viene porque así lo decide Alfonso Guerra para quitar a Rodríguez de la Borbolla y desembarca con un equipo de mesetarios que no tiene capilaridad con lo de aquí. Además lo meten en una torre de marfil, en la que se siente cómodo. Impone un estilo Moncloa, presidencialista, distante, fruto quizás de su timidez, no se prodiga nada en el Parlamento y no hace política regional. Él no asume el liderazgo de golpe, sino que lo hace paulatinamente. El partido era muy potente en las provincias y muy débil regionalmente y se dedica a dar brochazos generales".
"Esa legislatura se la chupa la Expo 92. La crisis económica, que empieza en 1991, no da la cara en Andalucía hasta dos años después. Se junta todo: una gestión plana, los casos de corrupción, en la Junta estalla el caso Ollero, la ruptura entre Felipe González y Alfonso Guerra y el desgaste de tantos años de gobierno. La campaña del 94 es horrorosa. Ibas a los mítines y la gente de los comités de empresa de Santana, de Puleva, de Intelhorce, te decía: 'Socialistas cabrones, sois unos ladrones'. La gente nos perdió el respeto. Ahí pagamos todos los patos y nos dieron la del tigre. Perdimos la mayoría absoluta con 62 diputados y nos quedamos con 45".
"Al final de esa legislatura es cuando plantea un bloque de exigencias al Gobierno central de nuevas transferencias, pero había un escenario de colaboración y una lluvia de millones por la Expo. Esas reclamaciones no las pone en primer plano, pero él siempre ha procurado estar en el debate autonómico y ha defendido el federalismo cooperativo. Siempre ha tenido una relación muy especial con el País Vasco y tiene el concepto de Estado en la cabeza. Su evolución autonomista se produce como consecuencia lógica del paso del tiempo, de adquirir un mayor conocimiento de la realidad y del ejercicio de la función".
La pinza y los guerristas
"Hay políticos que a lo largo de su trayectoria merman y otros, como él, crecen. Chaves lo ha hecho por etapas. Uno de sus saltos se produce cuando la crisis con los guerristas y la pinza entre el PP e IU (1994-1996). Es la época peor para él. ("Fueron momentos muy amargos para mí, incluso puedo decir que hasta perdí el sueño durante muchos días", Chaves en la SER en 2003; "he pensado en la dimisión, he reflexionado sobre ello y creo que de mi dimisión se derivarían mayores males que beneficios para la gobernabilidad de Andalucía", 23-12-1994).
"Él padece mucho las tensiones, se descompone, tiene una obsesión por la paz interna, no le gusta la riña y antes de pelear trata de pactarlo todo. Las dos situaciones las vivió mal, pero la que mayor desgarro íntimo le produjo fue la de los guerristas y los renovadores. En esta legislatura y en el congreso de 1994 en el que es elegido secretario general del PSOE se rodea ya de gente que conoce muy bien la política andaluza. Ambos acontecimientos le curten políticamente, porque entra en el combate político y se mete en el barro".
"Su jugada maestra en el terreno del Gobierno es la disolución anticipada del Parlamento después de que IU no apoyara el presupuesto de la comunidad. No es que tuviera pensada un año antes la decisión, pero sí intentaba visualizar que así no se podía gobernar y fue cargándose de razones para disolver. El partido tiene una posición más conservadora que él a la hora de convocar elecciones, hubo un fuerte debate interno entre gente que entendía que había que aguantar, pero él lo tuvo claro. Fue un error de IU el no pactar, el creer que iba a supeditar su permanencia en el sillón y no lo entendieron".
"Chaves tiene un alto sentido de la responsabilidad política y eso a veces hay gente que lo entiende con ser un pusilánime. Cuando disuelve el Parlamento en diciembre de 1995 la situación interna es tremenda. Se celebran unas reuniones del comité director del PSOE que son criminales, con Carlos Sanjuán diciendo que es el peor candidato del partido. Todos crecimos y nos hicimos mejores con la pinza, porque fue un revulsivo para el PSOE, que se estaba adormeciendo y posiblemente descubrimos al Chaves actual. Afloró mejor de las dos crisis".
La llegada del PP
"Sin duda otra etapa de crecimiento es en 1996. Él da la vuelta a las encuestas y supera la pinza, se queda a tan sólo tres escaños de la mayoría absoluta. Y además marca la agenda política del PSOE federal, porque el PP gana las elecciones en Madrid y Felipe ya no está. Desde el punto de vista programático es Andalucía la que ocupa ese vacío hasta que llega José Luis Rodríguez Zapatero. Cambia todo y eso te hace ser más autonomista".
"El no estar Felipe González influye en todas las políticas alternativas que se ponen en marcha, como la reducción de la jornada laboral a 35 horas, el pago de los medicamentos excluidos de la Seguridad Social y el complemento de las pensiones, las cuales sirvieron de contrarreferencia al PP. Él marca la pauta al partido en un acto interno ("la responsabilidad de recuperar el poder en Madrid nos incumbe a los socialistas andaluces", "hay que reforzar el papel del PSOE como un proyecto autónomo", 20-5-1996) y apuesta por fortalecer las políticas del Estado de Bienestar, ése es su sello de identidad".
"Y además el PP pone muy rápido en marcha la hostilidad con Andalucía. Hay un hecho objetivo que es la negociación del sistema de financiación, donde se quedan fueran casi 400.000 andaluces. Es verdad que la llegada del PP le hace ser más consciente de que su poder está aquí, pero también lo es que cuenta con la inestimable ayuda de la torpeza del PP. La derecha se comporta con Andalucía como el padre que castiga a su hijo a ir a la cama sin cenar un día, y otro, y otro. Y eso al final es malo para el niño. La defensa que hace Chaves de Andalucía la gente la entiende porque lleva razón". "Su mayor error político son las cajas. Él lanza la idea de crear una caja única sin complicidades suficientes. Y ahí no mide y además se gestiona muy mal".
La gestora y Zapatero
"El cambio gordo que se nota en él se produce en 2000 cuando se tiene que hacer cargo de la gestora, otra responsabilidad no buscada, y es nombrado presidente del partido. Él ha tenido un papel muy importante en la ejecutiva federal, y eso que cuando entró fue mirado con suspicacia porque es de la vieja guardia, pero le ha dado mucha estabilidad al partido y unidad".
"Ha jugado un papel clave en el consenso interno en torno a Zapatero, ha sido muy leal y eso ha proyectado su figura como presidente de la Junta de Andalucía dentro y fuera del PSOE. También ha contribuido a que crezca el peso político de Andalucía. Su última etapa es la más rica, cuando entiende que Andalucía puede ser clave en el Estado autonómico. Hoy en día, Chaves tiene el Estado autonómico en la cabeza, lo que no es fácil, y puede contribuir a que las revisiones estatutarias se hagan desde la lealtad constitucional. El que Andalucía esté por la reforma da mucha tranquilidad al país".
"Chaves tiene una cualidad que no se percibe: tiene un instinto político tremendo, ve el recorrido de las cosas, lo huele, como cuando el desastre de Aznalcóllar. Él tuvo la percepción desde el primer día que si nos metíamos en un lío de quién era el responsable, la factura política más alta la iba a pagar la Junta. O como cuando gana por cuarta vez las elecciones y a los dos meses advierte de que en 2004 el PSOE llevará 22 años gobernando y es necesario innovar".
"Ahí todos nos ponemos a pensar y surge la segunda modernización y la reforma del Estatuto. Es verdad que Chaves no tiene el carisma de González ni es un histrión como Guerra, pero tiene dos cosas que parecen de Perogrullo pero no lo son: credibilidad y honradez y eso transmite seguridad. Su capacidad política consiste en que igual de bien que viste los trajes, viste los cargos".
LEGISLATURA 94-96
CRISIS INTERNA. La crisis interna en el PSOE, entre guerristas y renovadores, es lo que mayor desgarro personal provoca en Chaves. Carlos Sanjuán llega a decir que es el peor candidato del PSOE.
LA PINZA. Chaves gobierna en minoría (PSOE, 45; PP, 41; IU, 20; PA, 3). Disuelve el Parlamento al no sacar el presupuesto.
LEGISLATURA 96-2000
GOBIERNO PP. El PSOE obtiene 52 diputados; 40, el PP; 13, IU; 4, el PA. El PP gana en Madrid y Chaves marca la agenda nacional de su partido. Se inicia el enfrentamiento institucional por la financiación.
LA GESTORA. Joaquín Almunia sustituye a González al frente del PSOE, pero es Borrell quien gana las primarias.
LEGISLATURA 2000-2004
ZAPATERO. Chaves gana sus cuartas elecciones (PSOE, 52; PP, 46; 6, IU; 5, PA) y se hace cargo de la gestora del partido. Zapatero es elegido secretario general y Chaves ejerce como presidente federal.
EL ESTATUTO. Chaves pide al PSOE innovación tras 22 años de gobierno. Lanza la segunda modernización y reformar el Estatuto.
LEGISLATURA 90-94
LA EXPO. Chaves gana sus primeras elecciones con 62 diputados, por 26 el PP, 11 IU y 10 el PA. Impone un estilo presidencialista y la gestión de la Junta está atravesada por la celebración de la Expo.
CONFLICTO SOCIAL.Las elecciones se celebran en un contexto social, como el de Santana, y político muy adverso.
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