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900 testigos han declarado en 6 años de investigación del 'Bloody Sunday'

Derry vive una revisión histórica de la matanza de 1972 en el Ulster

Más de seis años después de iniciarse, la investigación sobre el domingo sangriento culminó ayer su primera fase. La investigación pretende esclarecer la matanza de 14 civiles a manos del Ejército británico el 30 de enero de 1972 en la ciudad norirlandesa de Londonderry. La primera fase terminó con el testimonio de Pira 24, alias del entonces jefe del IRA Provisional en la ciudad. Con él han sido 919 los testigos que han desfilado ante lord Saville.

Entre los testigos que han declarado en la investigación, que no tiene rango de enjuiciamiento, han figurado el entonces primer ministro del Reino Unido, el conservador Edward Heath, y el actual número dos del Sinn Fein, el brazo político del IRA, Martin McGuinnes. Ahora empieza la presentación de escritos y respuestas a éstos, hasta el 23 de abril. El 7 de junio, el consejero de la investigación, Christopher Clarke, presentará sus conclusiones, cuya lectura se estima que durará dos semanas.

El domingo sangriento (Bloody Sunday) no ha sido la mayor matanza en este violento conflicto que aún divide los espíritus en Irlanda del Norte. Pero se considera que la muerte de 14 católicos durante los desfiles en defensa de sus derechos civiles fue el gran catalizador del IRA Provisional y un momento clave para empujar a los republicanos hacia la lucha armada. Los unionistas han defendido siempre que la matanza fue provocada por los republicanos, que dispararon a los soldados. Durante su testimonio, Martin McGuinnes reconoció que en aquel tiempo era el número dos del IRA Provisional en Londonderry, conocida por Derry entre los proirlandeses, pero negó que los provisionales dispararan. Según su testimonio, días antes habían decidido guardar todas las armas. Un miembro del IRA Oficial reconoció que este grupo sí disparó aquel 30 de enero, pero cuando ya se habían producido las primeras muertes de manifestantes.

La investigación tiene su sede en Londonderry, pero entre septiembre de 2002 y octubre de 2003 se trasladó a Londres para facilitar la presencia de testigos británicos. Entre ellos figuró Heath, que se declaró ofendido por las acusaciones de que la matanza fue un acto deliberado para dar una lección a los republicanos y advertirles de que el Ejército llegaría hasta donde fuera necesario para mantener el orden y la unidad territorial.

La investigación fue anunciada en el Parlamento por Tony Blair el 28 de enero de 1998. Los testimonios orales no empezaron hasta el 27 de marzo de 2000. Antes fueron entrevistados más de 1.700 testigos, de los que 919 acabarían prestando testimonio público. En algunos casos, bajo cubierta de anonimato, y en otros, haciendo público el nombre pero ocultando su presencia física. La violencia está contenida en Irlanda del Norte, tras la firma de los Acuerdos de Viernes Santo de 1998, pero el enfrentamiento entre las dos comunidades está tan vivo que los desencuentros entre los partidos mantienen la autonomía suspendida desde 2002.

Lord Saville, en primer plano, tras abandonar la sede de la investigación del <i>domingo sangriento,</i> ayer en Londonderry.
Lord Saville, en primer plano, tras abandonar la sede de la investigación del domingo sangriento, ayer en Londonderry.EFE

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