"Esto es una vergüenza"

"Esto es una vergüenza. Nunca he visto nada igual. Muy seguros tenéis que estar para hacer lo que habéis hecho. ¿Qué creéis que es esto?". Estas recriminaciones de Jorge Valdano, el director general deportivo del Madrid, al árbitro, Iturralde González -que las recogió así en el acta-, en el descanso, en pleno túnel de vestuarios, originaron una enorme trifulca entre el ejecutivo blanco y los sevillistas.

Los dos equipos y el trío arbitral se dirigían a la caseta en el intermedio cuando se toparon en un pasillo con Valdano, que había bajado del palco con la intención de acudir al vestuario del Madrid. "Siempre bajo a la caseta en los descansos. En Chamartín, siempre; y fuera, si el acceso desde la tribuna es sencillo", apuntó Valdano en El Larguero, en la Cadena Ser.

Según el relato del directivo madridista, mientras iba en busca de sus jugadores se topó con Iturralde, el colegiado. "En principio, no tenía intención de hablar con él, pero estaba caliente y, al cruzarme con él, hubo un intercambio de palabras que han quedado reflejadas en el acta y que yo no voy a matizar en ningún caso", dijo.

Mientras Valdano lanzaba sus reproches a Iturralde, varios jugadores del Sevilla le afearon que intentara presionarle. Valdano reconoció que en ese momento se montó una gran "tangana", con la gente "muy nerviosa".

"No tuve ocasión de decirle mucho al árbitro", apostilló el director general del Madrid, "porque el delegado sevillista intentó separar a las dos partes, mientras yo oía a alguien decir: 'Saquen a este señor de aquí".

Valdano aseguró que se fue al vestuario por su propio pie, si bien, según la versión del presidente del equipo andaluz, José María del Nido, le tuvo que retirar la policía. Un testigo presencial del incidente, como el delegado musical de la Ser en Andalucía, Daniel Aragón, que estaba en el túnel a la espera de dar paso a una actuación del grupo El Barrio, afirmó: "Faltó muy poco para que unos y otros llegaran a las manos".

Tanto Del Nido como Joaquín Caparrós, el técnico sevillista, cargaron duramente contra Valdano, al que acusaron directamente de intentar mediatizar al árbitro cuando proclamó antes del partido de ida que desde Sevilla se había intentado condicionarle. "Mi conducta es sancionable", dijo Valdano en El Tirachinas, en la Cadena Cope, "pero también hay que impedir que se pueda decir 'hay que ganar por lo civil o por lo criminal". Dicha frase fue pronunciada la víspera del partido por Pablo Alfaro, el capitán sevillista y protagonista de la acción que acabó con la expulsión de Zidane.

Valdano dijo que en ningún momento insultó al colegiado y así lo reflejó Iturralde en el acta. No obstante, según Del Nido, el colegiado había exclamado durante la trifulca: "A Valdano hay que empaquetarlo".

Caparrós presenció el incidente una vez comenzado. El técnico utilizó la ironía para demostrar su desaprobación. "Hay bilardistas y menottistas. Estos últimos dicen que les gusta el fútbol de tiqui-taque, pero de vez en cuando se vuelven bilardistas", comentó con caústica amargura el preparador del conjunto andaluz, que prosiguió: "Hay que aprender de estos menottistas, porque se meten en el vestuario y le dicen tres cosas al árbitro". Cuestionado sobre qué le parecía el proceder de Valdano, Caparrós insistió en su tono burlesco y se limitó a contestar: "Muy inteligente, ya he aprendido una cosa nueva. Me ha parecido muy listo y no me lo esperaba de él".

Carlos Queiroz, el técnico blanco, reconoció que se había cruzado con su superior en la caseta, pero no le otorgó la menor importancia y se limitó a subrayar: "Es una situación que pasa muchas veces. Sólo le he visto ". Ante la insistencia en las preguntas de los informadores, Queiroz concedió que había visto "nerviosismo" en algunas personas, sin precisar a quién se refería.

Los nervios prosiguieron tras la reanudación del partido. Tras el descanso, cuando el director deportivo de la entidad madrileña ya había regresado a su butaca en la tribuna y Javi Navarro veía su segunda cartulina amarilla, se oyó en la Cadena Ser cómo el segundo técnico sevillista, Antonio Álvarez, increpaba a Valdano dirigiéndose al palco desde la banda: "¡Baja ahora a apretar al árbitro".