Detenidos dos etarras en Francia con armas y explosivos para 10 atentados
Los arrestados, del 'aparato logístico', almacenaban y distribuían armamento a los 'comandos'
La policía de aduanas francesa detuvo el lunes por la tarde en las cercanías de Cognac, al norte de Burdeos, a dos responsables del aparato logístico de ETA que transportaban un arsenal de armas y explosivos suficiente para cometer, al menos, 10 atentados. Los detenidos son Ibon Elorrieta, de 27 años, condenado en rebeldía en el país vecino, y el veterano terrorista reincorporado tras su retiro en México Luis Enrique Garate Galarza, de 46 años, acusado de seis asesinatos y un secuestro. Posiblemente se encargaban del almacenamiento y distribución de armamento a los comandos.
La detención fue practicada sobre las 17.30 del lunes en Oriolles, una pequeña villa cerca de Cognac. Los etarras, que viajaban en una furgoneta blanca Renault Kangoo, robada días antes, intentaron eludir un control instalado en la RN-10 (carretera nacional), según fuentes de la lucha antiterrorista. Éstas precisaron que este tipo de controles aleatorios y en zonas alejadas de los límites entre países son comunes en Francia, España y Portugal tras la caída de las fronteras.
Los etarras emprendieron una breve huida, que fue cortada en seco. Nada más ser abordados proclamaron ser de ETA y se rindieron sin más, pese a ir armados con sendas pistolas. Los agentes comprobaron que las documentaciones que portaban eran falsas, registraron la furgoneta y hallaron un arsenal: 32 kilos de amonal (fabricado por ETA), seis kilos de pólvora, nueve detonadores, una granada anticarro, dos tubos metálicos -preparados para ser utilizados como lanzagranadas-, un subfusil ametrallador Uzi, cuatro cajas de munición nueve milímetros parabellum y las dos pistolas citadas.
Aznar: "Venían a atentar"
"Con ese material podían cometer al menos 10 atentados, pero no parece que fueran a hacer una entrega a un comando, sino sólo a cambiarlo de sitio", aseguran fuentes del Ministerio del Interior. José María Aznar aseguró ayer que los dos etarras se dirigían a España: "Venían a atentar a España, venían a asesinar a España y la profesionalidad de las Fuerzas de Seguridad españolas y francesas han impedido esto".
La policía francesa buscaba ayer la vivienda en la que residían los detenidos -tenían en su poder un manojo de llaves- y el lugar en el que iban a esconder el material, aunque no descartan que estuvieran preparando una entrega. Los responsables de la lucha antiterrorista creen que eran los responsables del almacenamiento y distribución de explosivos y armas de ETA, en el que el veterano Garate Galarza tendría un papel preponderante.
Las fuerzas de seguridad estaban convencidas de que Garate Galarza, alias Aixeriko y Goiko, estaba en México desde los últimos años 80. Antes de saltar el charco, había estado supuestamente encuadrado en los comandos Torrorramendi y Araba, con los que participó en una decena de atentados. Está supuestamente implicado en los asesinatos del empresario Ramiro Salazar, el 23 de julio de 1983; Antonio Ramos, en 1986; de los agentes de la Guardia Civil, Ignacio Mateu y Adrián González Revilla, en junio, y del coronel José María Picatoste, el 18 de agosto.
Su acción más espectacular está relacionada con el secuestro del empresario Lucio Aguinalde, en octubre de 1986. Garate Galarza fue uno de los supuestos secuestradores y quien hizo los disparos que acabaron con la vida de Genaro García de Andoain -un jefe de la Ertzaintza militante del PNV-, a quien ametralló cuando el policía intentó entrar en la cueva en la que estaba retenido el empresario.
Elorrieta, por su lado, ha estado vinculado al aparato logístico desde 2000. Este bilbaíno de 27 años fue condenado el año pasado en rebeldía por un tribunal francés a cinco años de presidio por pertenencia a banda terrorista. La policía le vinculó al comando Barcelona que asesinó a Ernest Lluch el 21 de noviembre de 2000, pero este extremo no pudo ser confirmado ayer.
Mientras, la fiscalía de San Sebastián ha incoado diligencias para saber si el homenaje ofrecido el domingo a Eugenio Etxebeste, Antxon, tras su salida de la cárcel fue constitutivo de un delito de exaltación del terrorismo. La fiscalía ha pedido a la Ertzaintza que le informe de los agentes que custodiaron el acto así como de sus participantes, para determinar si en él participó algún aforado, como sería el caso del parlamentario de la extinta Batasuna Arnaldo Otegi. Además, el juez Juan del Olmo ha confirmado la prisión para Iñaki Uria, consejero delegado del diario Egunkaria, al entender que era "la clave" de la intervención de ETA en el rotativo. Del Olmo cree que liberarle "podría favorecer la estrategia terrorista".
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