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Crítica:Signos
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Intrigas palaciegas y apogeo de las artes

Poderosas razones, de Jesús Martín, es una novela que tiene como escenario el Renacimiento italiano y que ha sido publicada recientemente por la editorial malagueña Sarriá. Jesús Martín es un periodista cuya trayectoria profesional ha estado vinculada en su mayor parte a Andalucía. En concreto, ha trabajado en Cádiz y Sevilla.

Poderosas razones tiene como uno de sus motivos principales ese orgullo del Renacimiento, en el que el ser humano vuelve a ser la medida de todas las cosas tras siglos de oscuridad. "En la primavera de 1512 ocurrió en la Italia del Renacimiento uno de los juicios orales más audaces de la época, cuya causa se inspiró en el dilema del ser humano: el que enfrenta a la fe con la incertidumbre (...) En esta época, Italia es un pueblo identificado con la injusticia del destino. Refriegas internas, intrigas palaciegas, imperdonables errores políticos y la humillante presencia de un ejército extranjero en su propio territorio la condenan al menosprecio de Europa. No obstante, los italianos asientan calladamente el orgullo en su ingenio para el comercio, el apogeo de las artes y en la huella indeleble que la cultura romana depositó en sus corazones. El mito de la Roma antigua es el que alienta el Renacimiento", escribe Jesús Martín.

PODEROSAS RAZONES

Jesús Martín

Editorial Sarriá

349 páginas. 15 euros

La historia de un joven médico, Pietro Giraldi, que arriesga su vida poniendo en cuestión los dogmas imperantes recorre el libro, marcado por la pugna entre la fe y la razón. ¿Cómo es Pietro? "Creció en un barrio de trazos góticos y fachadas señoriales, poblado de gente que contrastaba su serenidad con las pasiones guerreras de la urbe. Eran tiempos en los que la belleza se escondía por las calles para no ser asaltada por la venganza y la codicia. La vida apenas tenía precio. Un sirviente podía herir de muerte a una casta de nobles, y un hacendado exterminar una colonia de plebeyos. Su padre era un galeno al servicio de familias dominantes que, en constante lid, se disputaban el poder entre refriegas. Era tal su destreza en la cura de estocadas y mutilaciones que ningún clan quería prescindir de él", escribe el autor.

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