Mango invierte 31 millones de euros en la compra de dos almacenes en el Vallès
La cadena, ubicada cerca de Samsung, no descarta más adquisiciones de terrenos
La cadena catalana de moda Mango, cuyo cuartel general está en Palau-solità i Plegamans (Vallès Occidental) -a escasos metros de la fábrica que Samsung ha decidido cerrar-, ha adquirido dos naves industriales, con 43.000 metros cuadrados de superficie, en Terrassa y Parets, para aumentar así sus almacenes. Mango necesita reforzar su capacidad logística ante su importante crecimiento. En 2003, abrió 104 tiendas y este año prevé abrir un centenar más.
La primera nave, de 10.000 metros cuadrados, fue adquirida en diciembre de 2003 por nueve millones de euros, aunque Mango se gastará otros tres millones para su puesta a punto, prevista para antes del verano. La de Parets del Vallès es mucho mayor; ocupa 23.000 metros cuadrados. Se compró hace escasas semanas por 13,2 millones de euros, a los que la cadena de moda añadirá seis más para adaptar también la instalación a sus necesidades logísticas. Entrará en funcionamiento en septiembre, según ha confirmado a este diario el director general de Mango, Enric Casi.
Este desembolso de 31 millones de euros se suma a la inversión de casi 47 millones que Mango destinó a su expansión en el ejercicio 2003, lo que le ha permitido abrir 104 tiendas y cerrar el año con 706 puntos de venta en más de 70 países (60% de ellos en régimen de franquicia). Este desarrollo se ha traducido en un crecimiento cercano al 5,5% en la cifra de negocio de las tiendas de la cadena, hasta superar los 1.000 millones. El objetivo de Mango para este año es la apertura de otro centenar de tiendas y penetrar en nuevos mercados recónditos como Vietnam, Macao, Azerbaiyán o Estonia.
30.000 prendas por hora
La frenética actividad comercial de Mango -vende 80 millones de prendas anuales- está provocando que la cadena, propiedad de los hermanos Isak y Nahman Andic, tenga en la actividad comercial su punto crítico. Desde el cuartel general en Palau-solità i Plegamans, a escasos metros de la fábrica que Samsung va a cerrar, la cadena clasifica y distribuye para 700 puntos de venta a una velocidad de 30.000 prendas por hora.
Las instalaciones de Palau ocupan una superficie de 150.000 metros cuadrados, pero sólo la mitad están destinados a uso logístico. Allí Mango no tiene más espacio y, a medida que crece, necesita más metros de almacén y expedición -la confección la subcontrata a China, Marruecos y Europa del Este-, por lo que la compañía no da por finalizada las operaciones de compra de naves o terrenos. Y más aún teniendo en cuenta la paralización de su macroproyecto en Lliçà d'Amunt (Vallès Oriental), donde adquirió hace dos años 120 hectáreas para construir un centro logístico de 200.000 metros cuadrados de techo, y espera llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para la recalificación del terreno.
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