Miguel Albaladejo estrena 'Cachorro', un filme cómico y tierno
El director rinde tributo a Ralph Koenig
Difícil pensar en mejor lugar que Berlín para el estreno de Cachorro, la nueva película de Miguel Albaladejo, incluida en la sección Panorama y mostrada por vez primera anoche. "Hace mucho que me entusiasmo con los cómics de Ralph Koenig, como El hombre deseado o El condón asesino. Estuvieron en el origen de mi película", dijo ayer Albaladejo. Esos tebeos narran historias de homosexuales y así lo hace también el director de Manolito Gafotas, en un filme cuyos protagonistas son José Luis García-Pérez y el niño David Castillo.
Cachorro cuenta la historia de Pedro (José Luis García-Pérez), un odóntologo homosexual que, casi de la noche a la mañana, tiene que hacerse cargo de su pequeño sobrino, dejado a su cargo por su hermana Violeta (interpretado por la escritora Elvira Lindo). Por largos trechos, es una película muy tierna, en la que todos tienen que aprender a asumir responsabilidades. Aparte de una poco ortodoxa historia familiar, no obstante, es también un retrato del ambiente gay del barrio de Chueca y un divertido tratado sobre el humor madrileño. Es muchas cosas a la vez, por tanto, y Miguel Albaladejo (Alicante, 1966) buscó conscientemente la disparidad: "He querido hacer algo que hasta ahora no se había visto en cine", dijo.
Lo más discutido durante la rueda de prensa fue la muy explícita escena de sexo gay en el arranque del filme. "Si no empezaba por ahí, con la gente follando, para mí no hubiera tenido ningún interés la película. No hubiera podido mostrar la posterior evolución del protagonista", explicó Albaladejo, quien aparte de Manolito gafotas dirigió también filmes como Rencor, El cielo abierto y La primera noche de mi vida. "Sin esa escena, el filme hubiese parecido La casa de la pradera y a mí La casa de la pradera no me gusta", bromeó también.
¿Y cómo se sintió José Luis García-Pérez durante el rodaje de estos y otros desnudos? "Sí, me causó pudor, pero sólo cuando leí el guión. Durante el rodaje estuve más ocupado conmigo mismo -a ver si me veía bien, si quedaba gordo en cámara- que con las escenas propiamente dichas", contó. "Es mentira", le tomó el pelo Albaladejo: "José Luis lo pasó fatal y un día hasta me preguntó: 'Cuántas escenas de sexo me faltan todavía?". Un registro amoroso más completo que el de la versión cinematográfica, que se estrenará en España el 27 de febrero, será incluido en el DVD de Cachorro, según anunció ayer su director.
Pero, lo dicho, Cachorro es mucho más que sexo, y el contraste con los demás hilos argumentales de la película llamó incluso la atención del moderador de la rueda de prensa, Steven Locke. "¿Y en qué tipo de audiencia habéis pensado?", preguntó. "Me encantaría un público muy amplio, de mente muy abierta, que puede ser incluso adolescente", contestó el director. Sin embargo, en España, la película ha sido clasificada para mayores de 18 años.
Un destinatario de primer orden, en todo caso, es el público homosexual. "Espero que le guste muchísimo", dijo Albaladejo, quien podrá estudiar las primeras reacciones en la misma Berlinale. Aunque puede que algún alemán despistado no entienda las finezas del humor madrileño, "con el sexo tendrá bastante, eso es universal", se siguió riendo Albaladejo. Cachorro, de hecho, seguramente competirá por el Osito de Peluche, el tradicional galardón de cine homosexual que se entrega al margen de la muestra. "Sería un premio hecho como para nosotros", se rió su realizador.
'Balseros' suma adeptos
También a otro equipo de producción de cine español se le ha visto sumamente satisfecho en estos días en la Berlinale. Y eso que el documental Balseros, nominado al Oscar, ha llegado casi de incógnito y hasta ahora sólo se ha mostrado en sesiones especiales por fuera de la programación oficial. La razón: el filme ya fue estrenado en España en 2002 y por ello incumple los criterios de admisión de la muestra de 2004. El hecho de que, pese a ello, se pueda mostrar, no deja de ser un "pequeño milagro" para Carles Bosch, periodista de TV3 y codirector del filme, junto a su colega Josep M. Domènech Graell. "Hace dos semanas, esto aún hubiera sido imposible. Ahora, con la nominación al Oscar, se nos están abriendo muchas puertas", dijo.
Y falta que hacía ese interés. Casi dos años estuvieron intentando Bosch y Domènech vender su trabajo. Pasaron por decenas de festivales, cosecharon varios premios, pero sólo ahora se está comenzando a conocer la calidad periodística y humana de Balseros, basado en varios reportajes previos para televisón. El filme acompaña durante años a siete balseros cubanos que huyeron hacia EE UU en 1994.
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