Amenazado de muerte el policía que disparó a dos hombres que le acuchillaron por pedirles que bajaran la música
El juez de instrucción número 1 de Madrid ha dejado en libertad con cargos a dos hombres que intentaron degollar a un vecino suyo, agente del Cuerpo Nacional de Policía, que en la madrugada del pasado sábado, fuera de servicio, les pidió que bajaran el volumen de la música. El policía, para defenderse, disparó tres veces con su arma reglamentaria.
El fiscal no solicitó el internamiento en un centro penitenciario de los dos detenidos al considerar la reyerta como un delito de lesiones. Y eso que el agente tuvo que usar su arma reglamentaria y efectuó tres disparos, uno de ellos de fogueo. El policía continúa de baja, en su domicilio, en la calle de Herce (Vicálvaro), recuperándose de los cortes que sufrió en el costado derecho y en una pierna. Además, los agresores, de nacionalidad ecuatoriana, le asestaron un fortísimo golpe en la cabeza, que todavía le produce cefaleas. Sus agresores y los familiares de éstos, que residen en el mismo edificio que el agente, le han advertido de que "todavía tiene que pagar", según aseguran sus compañeros de profesión. El policía se dirigió ayer a su jefe y le solicitó poder contar con otra arma reglamentaria para poder defenderse en caso de que sea agredido él, su esposa o su hijo de corta edad. Y es que la pistola que utilizó en la refriega fue requisada por agentes de la Policía Científica para hacer el estudio de balística.
La puesta en libertad de los dos agresores y la amenaza de muerte al policía y su familia ha causado indignación entre la policía de Madrid. Fuentes próximas al caso señalaron que los investigadores habían pedido el ingreso de los dos detenidos en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), ya que uno de ellos está en situación irregular en España, por lo que se tramita su expulsión. El fiscal, pese a haber plazas vacantes en el CIE, se opuso a su ingreso en ese centro.
Varios compañeros del agente han comentado a EL PAÍS que el policía está decidido a defender "con todo lo que le sea posible" su integridad física y la de su familia. "Mucha gente se ha marchado de ese edificio por los problemas que causa esta gente. Esta vez no habrá balas de fogueo", subrayaron los amigos.
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