Dos empresarios mueren tiroteados en Torrevieja y Almería
El ajuste de cuentas se apunta como móvil de ambos asesinatos
Dos empresarios, uno de Torrevieja y otro de Almería, murieron a tiros la noche del jueves en un intervalo de pocas horas. José Samper Triviño, constructor de 41 años, recibió los disparos cuando a medianoche se acercó a su oficina en pleno centro de Torrevieja. Tres horas más tarde, Juan Asensio, almeriense de 71 años, fue hallado muerto en el ascensor de su casa con heridas de bala en la cabeza. Las investigaciones apuntan a ajustes de cuentas.
José Samper Triviño murió en la medianoche del jueves, acribillado a balazos cuando se dirigía a pie a su domicilio, en pleno centro de Torrevieja (Alicante). La víctima era socio de Samper Porcel, empresa mediana dedicada a la promoción y construcción de viviendas. La investigación apunta a un ajuste de cuentas como la causa del crimen y busca a un hombre como autor de los disparos. El abogado de la firma aseguró que las deudas del empresario son las "propias" de una constructora. Fuentes cercanas apuntaron que el fallecido trabajaba con subcontratas de países del Este.
El alcalde de Torrevieja, Pedro Angel Hernández Mateo, del PP, pidió anoche la dimisión inmediata del delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Cotino, por considerar que "no han sido atendidas las peticiones que en materia de seguridad" le planteó hace tiempo.
A medianoche del jueves, Samper, casado en segundas nupcias y padre de un niño, estaba solo trabajando en la oficina de su empresa. La víctima recibió una llamada de su mujer para preguntarle cuándo regresaría a casa. Momentos después, el empresario abandonó la oficina y a la salida del portal, un individuo le descerrajó siete disparos, de los que cuatro le impactaron en el abdomen, según fuentes de la investigación. La detonación alertó al vecindario, si bien nadie llegó a ser testigo.
Pese a los balazos, continuó caminando unos pasos hasta que se desplomó al suelo desangrado. Una vecina, que optó por mantener el anonimato, relató ayer que el dueño del bar La esquina fue la primera persona que auxilió a la víctima pero falleció en sus brazos instantes después.
Cambio de compañía
La Guardia Civil maneja como principal hipótesis un ajuste de cuentas por impago de deudas, relacionadas con el negocio inmobiliario. Uno de los argumentos en los que la investigación basa esta sospecha es el cambio reciente de nombre de la mercantil del empresario. Antes la firma estaba inscrita como Urpi International Inversion SL y, en la actualidad, la constructora está registrada como Samper Porcel. Con el nombre actual, la firma no acumula deudas y la investigación se centra en el estado financiero de la primitiva.
En la actualidad, José Samper Treviño estaba inmerso en un proyecto de construcción de cerca de una docena de chalés. La víctima se inició en el negocio inmobiliario entre 1994 y 1995, tras abandonar su oficio de fontanero. El cuerpo sin vida fue trasladado ayer al Instituto Anatómico Forense de Alicante para practicarle la autopsia. Su entierro está previsto hoy.
Torrevieja, uno de los enclaves turísticos más relevantes de Alicante, arroja también uno de los mayores índices de criminalidad de la provincia. En 2003, seis de las 50 muertes violentas registradas en Alicante ocurrieron en las calles Torrevieja.
Su laberíntico entramado urbano es, según fuentes policiales, refugio de mafias procedentes de los países del Este de Europa dedicadas a la prostitución y narcotráfico.
Por otro lado, Juan Asensio Rodríguez, un conocido empresario de Almería de 71 años, fue asesinado hacia las 2.45 de la madrugada del viernes en el portal de su casa en la céntrica calle de Méndez Núñez, de dos disparos de arma corta, uno en la boca y otro en la frente. La policía no descarta un ajuste de cuentas. Asensio, fue condenado por el asesinato de un socio hace años, y absuelto del homicidio de su primera mujer.
Según fuentes de la investigación, Asensio fue sorprendido en el portal poco después de regresar de recoger la recaudación del Teatro Cervantes de Almería, local del que era arrendatario. El empresario fue visto por vecinos de la ciudad paseando por la calle de Ricardos, a escasos metros de su casa, hacia las 12.45.
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