El pasado de Macondo

Éste es el paseo de Gabriel García Márquez por su propia historia, ese pasado que un día, y otros días más, convirtió en parajes del territorio de la literatura. Porque en este primer tomo de sus memorias, el Nobel colombiano (Aracataca, 1927) lo que relata no es sólo la historia de sus abuelos y padres y su versión de sus primeros 28 años, hasta 1955, sino que son la misma frontera en la que se entrelazan sin remilgos realidad y ficción. Es la asistencia a los orígenes del niño que será hombre y de los primeros latidos literarios de quien no tiene ni idea que va a ser un gran escritor.

Se titula Vivir para contarla, y en sus páginas-evocaciones García Márquez desvela las semillas de libros y episodios de obras como Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera, y de ese rosario de cuentos que empiezan con su colección Ojos de perro azul y terminan años después en Los funerales de la Mamá grande. Un libro para leer, explorar y rastrear vida y escritura. Y en el cual el García Márquez amante del tiempo circular deja expresada esa fascinación en el epígrafe-declaración del libro: "La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla". W. M. S.