Los vecinos de Valencia exigen un Parque Central sin torres de pisos y con equipamientos públicos
Las asociaciones desconfían de la promesa de Barberá de soterrar la vía del AVE
Las asociaciones de vecinos del entorno del futuro Parque Central de Valencia rechazaron ayer el plan municipal de edificar torres de viviendas en la zona de la actual playa de vías de Renfe y exigieron que el suelo se reserve a zonas verdes y equipamientos públicos que beneficiarán directamente "a 200.000 personas". Los dirigentes vecinales, además, expresaron su escepticismo ante el reciente anuncio del Ayuntamiento, gobernado por el PP, de que el AVE se soterrará ya a su llegada al casco urbano en la zona del cementerio. "Es otra vez humo, estamos en campaña electoral", dijeron.
"Es una oportunidad histórica por la que deben luchar los políticos"
El primer teniente de alcalde de Valencia, Alfonso Grau, anunció la semana pasada que el Ministerio de Fomento ultima la modificación del proyecto del AVE para iniciar el soterramiento de las vías -en un falso túnel cubierto por una loma ajardinada- a la altura del cementerio, de forma que se cumpliría el compromiso de soterrar el tren en el casco urbano consolidado. "Se nos propone una solución que de novedad tiene bien poco, sólo prolonga un poco más el falso túnel, unos 300 metros, y no recoge la aspiración vecinal de soterrarlo todo", criticó Miguel Puchades, presidente de la asociación de vecinos de San Vicente Ferrer, quien recordó que entre el nuevo cauce del Turia y el bulevar sur se mantendrán en superficie las vías que llegan desde Xàtiva o Alfafar. "No hay una memoria, o ficha técnica" que mostrar a los vecinos para asegurarles que se enterrarán las vías, por lo que "esto aún es vender humo", afirmó Vicente Soler, de la asociación de San Marcelino.
"El problema es que hay elecciones", abundó el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Antonio Cañuelo. Los representantes vecinales recordaron que el pasado mayo, antes de celebrarse las elecciones municipales y autonómicas, la alcaldesa, Rita Barberá, lanzó la propuesta de realizar el falso túnel del AVE en el barrio de San Marcelino después de que los planes de Fomento revelaran que pretendía construir una línea a cielo abierto que mantendría la división entre barrios. Los vecinos reiteraron su petición de que se entierren las vías en todo el casco urbano y se plantee el soterramiento bajo el nuevo cauce.
El plan municipal para reordenar urbanísticamente toda la zona de la playa de vías para construir el Parque Central también fue objeto de crítica. Juan Cañizares, representante de la Plataforma Parque Central, que aglutina a las asociaciones del entorno, defendió "una zona verde que esté libre de edificaciones privadas, sin torres tipo Manhattan en los vértices", y "con los servicios públicos necesarios que hoy no hay". Los vecinos rechazan que la zona verde se restrinja a la actual playa de vías, unos 300.000 metros cuadrados, y proponen una reordenación urbanística que salpicaría un área de 800.000 metros cuadrados de jardines y equipamientos. Cañizares sugirió eliminar el edificio de Correos -provisional-; consolidar las fachadas de las calles de Gil y Morte y Vila Barberá; dar una "finalidad pública" a los edificios modernistas protegidos; la cesión por parte del Ministerio de Defensa de los cuarteles que están fuera de uso "sin que se especule con ese suelo"; y la expropiación de las antiguas naves industriales de la calle de San Vicente. Cañizares afirmó que la propuesta de un parque sin edificios es posible con la aportación del Estado, fondos europeos, y si Renfe cede los terrenos, en parte compensados por los que recibirá en la Fuente de San Luis, Defensa revierte sus terrenos a la ciudad, y se generan plusvalías con la edificación en la zona, "que se revalorizará". El Ayuntamiento responde que "no hay dinero" para ejecutar esa propuesta, que entre la calle de Xàtiva y los barrios de San Marcelino y San Vicente dejaría a 200.000 vecinos situados a 10 minutos del parque y sus servicios. El convenio con Fomento sobre la solución ferroviaria y el Parque Central prevé reunir 300 millones de euros en plusvalías urbanísticas, de los 800 de coste global. "No pueden chantajearnos con que es inviable económicamente" y que es necesario construir "para financiar el parque", criticó Cañizares, quien dijo que el plan "es una oportunidad histórica" por la que los políticos "deben luchar" para responder "a los intereses vecinales". El Ayuntamiento espera aprobar el diseño urbanístico antes del verano para someterlo a exposición pública.
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