Un libro que nunca vio la luz

La Fundación Juan Ramón Jiménez ha descubierto durante el proceso de ordenación y catalogación del archivo y de la biblioteca personal del poeta de Moguer (Huelva), Juan Ramón Jiménez (1881-1958) una veintena de poemas desconocidos suyos. De 14 de ellos se tiene la certeza de que son inéditos. El resto de poemas están siendo examinados. No resulta una tarea fácil, dado que Juan Ramón Jiménez es el segundo escritor más prolífico de la literatura española después de Lope de Vega, según afirmó el director de la Fundación, Antonio Ramírez Almanza. Llegó a escribir 6.700 poemas. Esos poemas llevaban años ocultos en unas cajas por catalogar, que se encontraban guardadas en un armario de la Casa Museo del Premio Nobel.

Juan Ramón Jiménez escribió esos poemas, algunos de ellos en prosa y de temática amorosa, entre 1914 y 1922. Algunos están manuscritos y otros, redactados con máquina de escribir. En el título de esas composiciones aparece siempre la palabra Idilios, por lo que se piensa que el poeta trabajaba en un nuevo libro que nunca vio la luz. Antonio Ramírez Almanza afirmó que estos poemas "suponen un nuevo aporte lírico absolutamente desconocido hasta ahora".

Sin embargo, el descubrimiento de estos versos no ha estado exento de polémica. Antonio Ramírez Almanza anunció ayer la voluntad de la fundación de publicar esos poemas, aunque precisó que sería siempre "respetando la voluntad de la familia, cuyos miembros son los que tienen los derechos de la obra". Ramírez Almanza afirmó llevarse una "sorpresa desagradable" al conocer las afirmaciones de la presidenta de la Comunidad de Herederos, Carmen Hernández Pinzón, en las que aseguraba desconocer la existencia de esos poemas y en las que ponía en duda que fueran inéditos. "Le envié una carta para que analizara los poemas una vez descubiertos. Me contestó que de los 14, un total de 13 eran absolutamente inéditos y uno había sido publicado por la propia Comunidad. Estoy verdaderamente sorprendido con lo que afirma ahora", indicó Ramírez Almanza.

La Fundación Juan Ramón Jiménez ha acometido la ordenación y catalogación de los fondos documentales del premio Nobel después de 45 años. La última revisión la realizó el Ministerio de Cultura en 1958, cuando llegó el legado del poeta a Moguer. Ese primer registro había quedado obsoleto para ponerlo hoy a disposición de los investigadores. Los fondos del archivo personal de la Fundación proceden en su mayoría de los documentos personales que el poeta guardaba en su piso de Madrid.

Cuando en 1955 se constituye la Casa Municipal Zenobia y Juan Ramón Jiménez, los fondos van a parar a Moguer. El proceso de catalogación de esos fondos ha revelado la existencia de 1.600 documentos de los que no se tenía constancia hasta este momento. El fondo lo constituyen objetos y documentos de carácter personal y funcional, como pasaportes, el telegrama de concesión del Nobel, documentos de familiares de Zenobia, manuscritos, borradores de poemas y poemas inéditos, recortes de prensa en los que aparecían señoritas, publicidad farmaceútica y fotografías, entre otros.