"En las multinacionales de la edición, a veces da lo mismo vender libros que chorizos"
El escritor y editor Javier Fernández (Córdoba, 1971) tiene cada día más claro que su incursión de manera estable en la edición literaria va en serio. Se considera un tipo ambicioso, pero más en sentido épico que monetario. Ingeniero agrónomo de profesión, desde que estudiaba sabía que lo suyo eran los libros y fundó una asociación cultural que ahora da nombre a la editorial Plurabelle. Pronto cumplirá un año en el mundo editorial.
Pregunta. ¿Cómo empezó en esto de la edición?
Respuesta. Me contrataron en McGraw Hill y edité libros de informática durante tres años. Pero, a fin de cuentas, trabajar en McGraw Hill es como hacerlo en una charcutería. En una multinacional de la edición, a veces da lo mismo editar libros que vender chorizos. Yo quería cuidar los libros y escoger, y tenía el sueño de realizar el proyecto en Córdoba porque hay circunstancias actuales que favorecen la edición en las provincias.
P. ¿No es un mundo complicado para las pequeñas editoriales?
R. El mundo es complicado en general. Pero la edición tiene ahora muchas posibilidades, muchos lectores. Parece que la cultura está de moda. Por otro lado, es difícil porque hay mucha competencia. Lo importante es que el grueso de lo que ahora se ofrece al lector es monocromático, es decir, las poéticas imperantes son mediocres y poco arriesgadas. Pienso que hay un hueco. He querido apostar por una renovación literaria nacional e internacional.
P. ¿Cuáles son las dificultades en ese intento de renovación?
R. La primera es la distribución. Es durísimo. Los grandes grupos editoriales controlan la distribución y es muy difícil que te dejen entrar. Los libros pueden ser maravillosos pero si están tras el mostrador, al lector no le llegan. Luego, cuando das con un distribuidor que cuenta contigo, te pide unos porcentajes con los que no puedes competir.
P. ¿No sería el momento de que las pequeñas editoriales creen una distribuidora?
R. Se ha hablado algunas veces en el seno de la Asociación de Editores Andaluces. La política común de los pequeños editores, en lugar de promocionarse en ferias, debería principalmente ir enfocada a determinados esfuerzos, es decir, hablar con una distribuidora y ofrecer paquetes completos para cien o cincuenta editoriales. Que nos traten como grupo para conseguir descuentos. Es uno de los retos. Lo que ocurre es que en Andalucía no hay gran tradición editora y las que surgen no conseguimos ponernos de acuerdo.
P. ¿Cómo valora la posición institucional en el mundo editorial?
R. Cuando las instituciones realizan obras, normalmente las subcontratan, pero cuando hacen un libro no tienen la costumbre de acudir a un profesional. Eso va cambiando y nosotros ya hemos publicado algunos libros. Las instituciones, ya que no nos dan dinero, podrían no fastidiarnos. Nosotros sacamos la Guía Arqueológica de Córdoba a 24 euros y una institución podría sacar una guía similar por 12 euros porque, como les da igual ganar dinero o no, bajan el precio y nos hacen una competencia desleal.
P. ¿La edición le quita tiempo para escribir?
R. Claro, es lo peor porque yo soy escritor, aunque me dedique a editar. De todos modos escribo artículos periodísticos, cuentos y ahora estoy con una novela y con mi tercer libro de poemas.
P. ¿Se va a editar a sí mismo?
R. En los comienzos de Plurabelle tenía algunos prejuicios con ese tema, pero ya no los tengo porque creo que la apuesta que hago como escritor se acerca a la que hago como editor en el sentido de que es arriesgada. ¿Por qué no? No pasa nada.
P. ¿Qué proyectos editoriales tiene ahora?
R. Estamos trabajando en un libro de Ezra Pound, uno de los grandísimos poetas norteamericanos del siglo XX y también editaremos a Jorie Graham dentro de la colección de poesía norteamericana. También hay una antología de cuentos eróticos femeninos que prepara Elena Medel y la novela de Russell Hoban Riddley Walker, incluida en el canon occidental de Harold Bloom. Llegaremos a los 20 libros este año.
P. También tiene un caladero con la joven poesía cordobesa.
R. Me gustaría tenerlos siempre cerca. Hay proyectos con Pablo García Casado, Joaquín Pérez Azaustre o Antonio Agredano. Debemos hacer algo de presión. La poesía queda muy bien pero no vende tanto. No sé si nos dará dinero, pero creo que marcará historia.
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