"La labor militante es hoy día necesaria en el teatro"

Las 24 horas que tiene el día Ander Lipus las dedica al teatro, a su trabajo como actor, principalmente, pero también a las otras tareas que nacen de la primera: director, guionista y "hasta llevar las luces en un momento dado". Su compañía, la Fábrica de Teatro Imaginario (www.antzerkiola.com), tiene varias obras en gira y está montando otras dos, además de distintos proyectos. Sin embargo, le ha quedado hueco para hacer cine.

Pregunta. Acaba de protagonizar su primera película, Agujeros en el cielo, de Pedro Mari Santos.

R. La película la rodamos hace dos años. Yo nunca había hecho cine, un medio que me atrae mucho menos que hacer teatro. Y ahora que la dirección de equipo y artística, y sobre todo con la Fábrica de Teatro Imaginario, está bastante enraizada, menos. Yo soy un actor de teatro.

P. ¿Y porqué se embarcó en una película?

R. Para tener una nueva experiencia y conocer nuevos actores. El cine tiene una tendencia naturalista y mis trabajos en teatro tienden al expresionismo. Era estar en las antípodas de lo que hago en teatro y eso me atraía.

P. ¿Se ha visto?

R. Sí, al principio me veía horrible, pero te acostumbras a todo. Tiene cierto glamour y, bueno, mi madre está contenta. Eso hace que sea una experiencia bonita.

P. En teatro se siente más cómodo.

R. Sí, mucho más. La Fábrica de Teatro Imaginario se creó en 1998, pero antes estábamos en Mina Espazio, un lugar de encuentro en Bilbao, de teatro laboratorio.

P. ¿Qué es eso de teatro laboratorio?

R. Quería indagar en las técnicas del actor, en fórmulas de expresión y comunicación a través de teatro, en fórmulas nuevas de dramaturgia.

P. Ese es el teatro de La Fábrica.

R. Nuestro teatro es el que está en los denominados escenarios alternativos.

P. ¿Y en Bilbao hay escenarios para su teatro?

R. No. Bueno, están La Fundición y Bilborock, pero no es suficiente. Creo que ahora se va a abrir el Teatro Campos para el teatro de vanguardia, como lo llaman.

P. ¿Piensa que eso le abrirá un campo nuevo?

R. No sé. Nosotros tocamos en todas las puertas. Hacemos tanto obras de formato pequeño, que funcionan en Casas de Cultura, como otras que podrían ser representadas en el Arriaga.

P. En su andadura como colectivo teatral, ¿ha tenido que aprender a tratar con las instituciones?

R. Desde el principio; pero también a coger un martillo y a construir una pared. Pero esa labor militante es necesaria hoy en día en el teatro, porque en el teatro tienes que pelear por todas partes.