"Hay que introducir la ética en la política"

Pregunta. Se ha pasado la vida rehusando encabezar listas. ¿Qué ha cambiado para que acepte?

Respuesta. Tampoco toda la vida, aunque sí dos o tres veces. Formo parte de un colectivo bastante amplio en este país que quiere que las cosas cambien y que haya un gobierno socialista. Como muchas otras personas voy a sumar todos los esfuerzos y a emplear mi energía y mis capacidades para conseguir ese objetivo. Somos muchas las personas que estamos muy hartas del PP. En esa medida, es importante involucrarse al máximo.

P. ¿Pero por qué quiere ser candidata?

R. Mi partido me ha propuesto para que encabezara la lista y no me ha parecido adecuado rechazarlo. También hubiera dicho que sí de número dos o cinco. No era una exigencia por mi parte, pero me siento muy honrada porque han pensado que podía jugar un buen papel en esta contienda en la que hay posibilidades de cambiar el rumbo del país y optar por una mayor democratización y modernización.

"Zaplana es una persona provocadora, que no es lo mismo que provocativa"

"El 'caso Fabra' es una muestra del estilo de hacer política que tiene el Partido Popular"

P. ¿Ha condicionado en modo alguno la lista que encabeza?

R. No, creo que la lista está muy bien. Lo que sí hice es que de algún modo insistí en la presencia de Ciprià Ciscar y Ricard Pérez Casado, pero cuando ya se ha dicho que sí no se ponen condiciones.

P. ¿Por qué le ha costado tanto militar en el PSOE?

R. Seguramente por una cuestión de carácter. Y también porque en el PSOE siempre se ha dicho que tenía que haber independientes y ésta era una manera de enlazar con la sociedad. Y cuando la nueva dirección del PSOE me lo propuso, pues me afilié.

P. ¿Definiría igual su larga relación con el PSPV que con el PSOE?

R. Sí, en ambas partes me han dado oportunidades y lo agradezco. Y no hay contraposición.

P. Primero sola, luego mala, y ahora notable.

R. No está mal. Zapatero dice que no somos notables, que somos por lo menos sobresalientes.

P. ¿Cuál es su cometido en el comité de notables?

R. Tenemos un cometido bastante difuso. No es que tengamos un área específica de trabajo, sino que opinamos sobre cuestiones importantes. En la última reunión hemos estado viendo cuestiones centrales del mensaje y del programa socialista. Dentro de esa reflexión, Zapatero espera que yo me emplee muy a fondo en el tema de la igualdad entre hombres y mujeres.

P. En todas estas reuniones siempre sale al lado de Rodríguez Zapatero. ¿Es casual o hay un porqué?

R. A mí me dicen dónde me tengo que poner. Tengo la fortuna de haber sintonizado bien con él. Es un político de primera línea y me inspira mucha confianza. Tiene un convencimiento profundo, mucha contundencia y una visión esperanzada. Eso es contagioso y, a la sociedad en general, nos hace mucha falta tener un presidente del Gobierno con otro talante que el que tienen José María Aznar y Rajoy. Siempre se habla de la diferencia entre Aznar y Rajoy, pero yo a Rajoy lo veo poco transparente también.

P. ¿No resulta raro que en este comité de notables no haya ningún socialista valenciano que ocupe un cargo orgánico?

R. Desconozco los criterios que ha seguido Zapatero para formar ese comité. Los dos valencianos que estamos en él, Pedro Solbes y yo, tenemos en común que hemos pertenecido al último Gobierno de Felipe González.

P. ¿En qué va a incidir en estas elecciones?

R. Hay una cuestión importante: la política condiciona nuestras vidas. Y nuestras vidas van a ser mejor si gobiernan los socialistas. Hay que incidir en los problemas que preocupan a la gente: la educación, la vivienda, la precariedad laboral... Nuestras propuestas abarcan todos los ámbitos de nuestra vida para que ésta tenga calidad desde la infancia a la vejez. Para ello también es muy importante el medio ambiente, que en la Comunidad Valenciana es muy preocupante porque se está destruyendo el territorio en aras de un desarrollo insostenible. Hay que introducir la ética en la política y el concepto de ciudadanía. La gente tiene que saber que tiene derechos, no que el gobierno del PP le concede favores. Hay que hacer pedagogía y hay que hacer llegar a la gente los incumplimientos del PP, que es una ardua tarea con las televisiones públicas que tenemos y con un portavoz del Gobierno que hasta el último día ha estado resistiéndose para retirar una propaganda que producía confusión entre el Gobierno y el PP, las promesas y los hechos.

P. Hasta ahora ha sido presidenta de la Comisión de Control de RTVE. ¿Qué ha hecho el PP con las televisiones públicas?

R. Las ha utilizado como un instrumento de manipulación y de autopromoción. Hay muchas muestras de ello. Además se ha producido una pérdida de calidad, como ha sucedido en otros servicios públicos esenciales, como la educación y la sanidad. Esa desafección hace que haya un trasvase de fondos y personas a la privada. Hay que insistir en que eso forma parte del núcleo de derechos que corresponden a la ciudadanía y que hay que luchar para que esos servicios sean prestados con calidad, porque es el principio de igualdad.

P. ¿Cómo resumiría los ocho años del PP en España y su impacto en la Comunidad Valenciana?

R. Ha sido un gobierno muy prepotente y se irá descubriendo que ha habido mucha falacia. No se ha gobernado en beneficio de todos los ciudadanos. Por ejemplo, todo lo relacionado con el caso Fabra es una muestra del estilo de hacer política y de estar en el mundo que tiene el PP.

P. ¿Cómo valora la actitud del PP respecto a este caso y en el del alcalde de Toques?

R. El PP está todo el rato haciendo pressing y colocándonos entre la espada y la pared ante determinadas cuestiones que pueden considerarse conflictivas, exigiéndonos pronunciamientos urgentes, pero ellos se administran los silencios. Rajoy ha permanecido en silencio ante cosas muy graves. El caso Fabra es muy grave y el PP trata de dar una apariencia de unidad, pero sin duda tendrá un coste electoral para ellos. No se puede ir de partido ejemplar por la vida y tener esos casos flagrantes. En cuanto a Toques, las declaraciones de Manuel Fraga Iribarne desvelan una actitud no sólo misógina sino de falta de respeto hacia las mujeres y los hombres. Confundir el amor libre con el abuso a una menor no es del siglo XXI. Eso también demuestra quién está gobernando.

P. ¿Qué le sugiere su principal adversario, Eduardo Zaplana?

R. Tenemos talantes y trayectorias vitales muy diferentes. Somos contrastes. No es con la persona con la que más me identificaría ni política ni personalmente. Lo definiría como una persona provocadora, que no es lo mismo que provocativa.

P. El martes coincidieron en sus agendas en el tiempo con una conferencia. ¿Se contraprograman?

R. No, yo tenía esta conferencia programada desde hace mucho tiempo.

P. Él fue directamente al grano: hizo campaña. Usted, en cambio, no.

R. Eso también tiene que ver con los estilos. Para hablar de política no es necesario atacar al adversario. Hablar de la ciudadanía de las mujeres es política, puesto que lo personal es político, pero lo es desde un espacio de reflexión. Dar información es una manera de hacer política, y España es el país de UE que menos invierte en gasto social y donde más diferencias hay entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Prefiero hacer reflexión a dar flases.

P. Usted hizo campaña en Cataluña a favor de Pasqual Maragall. ¿Cómo ha vivido sus últimos acontecimientos?

R. Estamos con una sensación un poco de desolación. Son acontecimientos muy utilizados y e insistentemente administrados por el PP, en contraste a esos silencios que guarda en asuntos importantes. Está muy claro que nosotros firmamos el Pacto por las Libertades, pero no lo está tanto que el Gobierno tenga capacidad para detectar la reunión de [Josep Lluís] Carod Rovira con dos miembros de ETA y a la vez sea incapaz de detenerlos. Maragall es una persona a la que me siento muy próxima y no se pueden negar sus cualidades políticas.

P. También es el máximo instrumento de demolición para el PP, ya sea por el PHN o la supuesta dependencia del PSPV respecto al PSC.

R. No me extraña que el PP utilice todo lo que tiene a su alcance, como la unidad de España. Pero la unidad de España no está en la uniformidad sino en la diversidad y en el respeto. Zapatero dice que el PSOE es el partido que más se parece a España, y desde luego se parece mucho más que Aznar o Rajoy. Sé que son puntos de instrumentalización, como lo es el PHN, pero la utilización de los recursos no se puede hacer a golpe de ordeno y mando, sino con diálogo. La modernización de un país pasa por las culturas alternativas, como la nueva cultura del agua, que son de mayor calidad y más baratas. Lo que sería importante es confrontar estas ideas y propuestas en un debate en televisión entre Rajoy y Zapatero.

P. ¿También un debate entre Zaplana y Alborch?

R. No tengo ningún problema.