El último proyecto de Echávarri

De Paco Mancebo, que en marzo cumple 28 años, poca gente ha esperado mucho nunca, pero a Paco Mancebo, que funciona como líder del -complicado nombre- Team (así, en inglés) Illes Balears (así, en catalán) Banesto (acrónimo de un banco), se le habla desde hace años como promesa que nunca ha dado, olvidando voluntariamente que juega en una Liga diferente a la de las figuras de cromado brillo. Así, ayer, a Mancebo, ciclista de Navaluenga (Ávila) recién casado, se le hablaba en tal tono que él, un corredor, el único, que ha terminado entre los 10 primeros del Tour y la Vuelta 2003, víctima del ansia por el triunfo rápido de la afición, tuvo que responder pidiendo perdón, o casi. Y prometiendo el oro. "Sí, en 2003 no estuve a la altura esperada", dijo, como un futbolista cualquiera, "pero en 2004 será diferente, será mi año".

Paco Mancebo ha sido la limpia propuesta de José Miguel Echávarri para los años de travesía del desierto de los largos años del post indurainismo, y también el símbolo de un ciclismo que querría ser el de los primeros años del primer proyecto engendrado por Echávarri, el Reynolds, los años de Ángel Arroyo o Tasio Greciano, pero no es el único. En la amalgama de la plantilla del equipo, conformada teniendo en cuenta los intereses locales del patrón principal, el Govern Balear -cuatro mallorquines en el equipo- y los intereses turísticos -dos alemanes-, también están Pablo Lastras, el ganador de etapas que tiene alma de clasicómano, e Iván Gutiérrez, el contrarrelojista cántabro que se impuso el año pasado en el GP de Romagna.

Los tres, y 17 más, y sus directores Eusebio Unzue y José Luis Jaimerena, se presentaron ayer en Madrid en potente acto bajo el discurso de Jaume Matas, presidente balear, y la presencia del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, nuevo vicepresidente del Comité Olímpico Español.