La policía detiene a un joyero y a su hija por simular un robo de relojes

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a dos joyeros, Francisco R. L., de 43 años, y Francisco Javier P. M.,de 35, como presuntos autores de un delito de receptación, y a un tercero y a su hija, identificados como Joaquín V. V., de 60 años, y Ana, de 27, por simulación de un robo para cobrar 60.000 euros de indemnización del seguro.

La investigación comenzó hace varias semanas con la detención de cuatro ciudadanos chilenos, miembros de un grupo organizado especializado en robos en viviendas. En esta ocasión, la Sección Primera de la Brigada de Policía Judicial de Madrid recuperó efectos y joyas procedentes de robos en varios chalés. En la citada operación se detuvo a Francisco R. L, propietario de una casa de compraventa ubicada en una céntrica calle de la capital, acusado de comprar relojes procedentes de un robo a la citada banda de chilenos, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Tras reconocer su participación en los hechos, el joyero informó a los agentes de que los citados relojes se encontraban en una caja de seguridad de un banco, donde, una vez abierta, se localizaron los mismos, así como otras piezas procedentes de tres robos con fuerza en domicilios de la zona norte de Madrid.

Las pesquisas policiales permitieron averiguar que Francisco también era titular de otra caja de seguridad, junto a su socio, Javier P. M., de 35 años. En su interior los agentes recuperaron tres relojes, que en un principio procedían de dos robos cometidos en chalets, pero no por la misma banda.

Los policías lograron saber que otro joyero, Joaquín V. V, había denunciado el robo de los tres relojes, hacía ya dos años, en Carabanchel. Pero los dos detenidos aseguraban que el denunciante se los había entregado a ellos, en concepto de prenda por una cantidad adeudada, a finales de noviembre. La versión dada por las partes era contradictoria. Tras ser arrestados, Joaquín y su hija Ana negaron los hechos. El joyero sólo reconoció mantener una relación profesional con Francisco Javier P. y su familia.

Según las investigaciones, Joaquín habría simulado el robo de los relojes para que después su hija cobrara la indemnización del seguro, unos 60.000 euros. Años más tarde, Joaquín entregó en prenda a los propietarios de la casa de compraventa los relojes. De todos los detenidos, Francisco R. L. es el único que cuenta con antecedentes.